De acuerdo al informe “Auge de la economía centrada en la identidad” (The Rise of the Identity Centric Economy), aproximadamente un 80% de los usuarios de móviles en Estados Unidos emplean teléfonos inteligentes, pero el 48% de estos plantean que no utilizarán las aplicaciones para pago de facturas.
 

Un 44% de los consumidores estadounidenses y 53% de los consumidores británicos rechazan totalmente los servicios de banca móvil.
 

“En ambos países los consumidores piensan que sus móviles y tabletas son mucho menos seguros que otros dispositivos conectados. Esta idea hace que los bancos, los comerciantes y otros participantes en el comercio móvil (m-commerce) pierdan muchas oportunidades”, manifiesta Richard Parrish, director general de Intercede. “Como la imagen que se tiene de la seguridad móvil es tan débil, se está perdiendo una gran parte de la economía del mercado de transacciones”.
 

Más de la mitad de los encuestados expresó que la seguridad es un factor esencial cuando se escoge un teléfono inteligente, pero esos mismos usuarios suelen seleccionar contraseñas fáciles de recordar, comparten su información de inicio de sesión con familiares y amigos, y optan por los logins automáticos para las aplicaciones y servicios móviles, lo que los hace vulnerables frente a los hackers.
 

“Esto pone de relieve la necesidad de buscar medidas alternativas de seguridad para los dispositivos móviles, que vayan más allá de la muy limitada protección que ofrecen las contraseñas elementales y los PINs”, dice Parrish.
 

La encuesta abarcó aproximadamente 2.000 consumidores en Estados Unidos y 2.000 en el Reino Unido. 
 

Fuente: IDnoticias