Los negocios financieros de Falabella y Ripley han tenido un desempeño sobresaliente en el mercado de tarjetas de crédito en Colombia. Y todo apunta a que este éxito seguirá consolidándose.
 

Esto se refleja en el hecho de que, entre ambas entidades, representan el 10,34% del total del mercado colombiano en este tipo de plásticos, a noviembre de 2014, según cifras de la Superintendencia Financiera de ese país.
 

Lo anterior es resultado de la expansión que evidenciaron las firmas entre noviembre de 2013 y el mismo mes del año pasado.
 

A esto se suma que las filiales de los retailers chilenos han mostrado un desempeño superior al de la industria, que creció un 8,59% en el período mencionado.
 

Durante ese período, Banco Falabella registró un aumento de 12,77% en sus tarjetas de crédito, alcanzando una cuota de mercado de 9,08%, mientras que Ripley Compañía de Financiamiento logró un marcado incremento de 280,68%, completando una participación de 1,26%.
 

Y como es de esperar por esta diferencia en los números, la realidad de las compañías es diferente: Banco Falabella se instaló el 2007, mientras que Ripley Compañía de Financiamiento recién cumplirá dos años en marzo próximo.
 

Buenas condiciones
 

Analistas del sector explicaron que este desempeño se explica por las buenas condiciones que ofrece el mercado cafetero, sobre todo para el sector retail.
 

Así, las filiales de los retailers chilenos han sabido aprovechar el aumento del consumo de la clase media, la apertura de nuevos centros comerciales y la positiva dinámica que ha tenido la economía colombiana. De hecho, esto ha impulsado, principalmente, que sus tarjetas de crédito hayan aumentado más que la de los bancos comerciales que operan en ese país.
 

Los expertos también comentaron que las compañías ligadas a las familias Solari-Del Río y a los Calderón, tienen espacio para seguir expandiéndose. Esto, porque Colombia está en plena era de "masificación" del crédito de consumo.
 

En este escenario, indicaron, es importante que comiencen a anticiparse a la era de "sofisticación", donde el proceso de selectividad de nuevos clientes es mayor y se requiere ampliar la gama de servicios a la base disponible de ellos.
 

Fuente: Diario Financiero, Chile