En una década, el uso de las tarjetas de débito y transferencias electrónicas mostraron alzas de diez y seis veces, respectivamente, los mayores crecimientos entre las distintas formas de pago medidas por la Asociación de Bancos, en un reciente estudio sobre bancarización.
 

Las operaciones con tarjeta de débito llegaron el año pasado a 449 millones y representaron el 29% del total de transacciones de pago, mientras que en 2004 implicaban apenas el 6% del total. Ello está en línea con el fuerte incremento del número de tarjetas de débito, que más que cuadruplicaron en el período, llegando hasta 18 millones de plásticos.
 

Su expansión sigue de cerca al uso del efectivo, que sigue a la cabeza de los medios de pago. Una forma de medir esto es que el 32% de las operaciones de los clientes bancarios analizadas en el estudio corresponden a giros en ATMs.
 

El uso de dispensadores se duplicó en diez años, pese a anotar su primera caída en 2014, fenómeno asociado al conflicto de disponibilidad de cajeros automáticos, derivado del robo y conversión de estos a las nuevas exigencias de seguridad de la autoridad.
 

Las transacciones de pago electrónico (transferencias electrónicas de fondos vía internet) han elevando su peso de 7% a 17% del total de operaciones de pago en la última década, llegando a 272 millones de operaciones en 2014.
 

Esto se relaciona igualmente al incremento del número de clientes de banca online o e-banking, que son las personas y empresas que acceden al sitio privado de su banco a través de internet. Este tipo de clientes no llegaban al millón en 2004 y hoy totalizan 6,2 millones.
 

Cae uso del cheque
 

En la contraparte, el uso del cheque continúa cayendo. Mientras que en 2004 concentraba el 43% de las operaciones, en la actualidad llega a solo 11%.
 

Según el análisis del presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad, la evolución de cada uno de los medios de pago es resultado de la mezcla entre el crecimiento del ingreso per cápita de los chilenos en los últimos 10 años y la capacidad de la banca para adaptarse.
 

En tal contexto, agrega que hacia delante el uso de cajeros automáticos y de efectivo debiera replicar la tendencia del cheque, disminuyendo continuamente su peso dentro de las opciones de transacción. Ello, producto de la mayor demanda de nuevos medios con foco en los mecanismos online, donde los anuncios de ingreso a tecnología de monederos electrónicos y otras incursiones, ya van dando señales sobre el futuro, según afirma.
 

Awad asegura que la caída del uso de ATMs vista en 2014, obedece en parte a tal tendencia y que no debiera revertirse en el futuro. "Las características de seguridad que tiene la sociedad hacen que hoy usar el cajero no sea seguro. Por ello, la continuidad de la demanda por efectivo, que sin duda seguirá en algunos segmentos, la vamos a enfrentar no con más cajeros, los que han demostrado ser inseguros, sino con otros medios que son los que están avanzando", dice.
 

Otros crecimientos
 

También las cuentas corrientes mostraron una importante alza, al duplicar su volumen de 1,7 millones a 3,5 millones en la década. Mientras, las cuentas vista se quintuplicaron en diez años, totalizando hoy más de 15 millones.
 

Fuente: Economía y Negocios, Chile