El modelo de pagos móviles resulta atractivo para la población de escasos recursos y que habita en localidades remotas, pues facilita el envío de recursos a través de transferencias o depósitos entre cuentas bancarias tradicionales.

 

“Teniendo en cuenta los limitantes en México para el acceso y uso del sistema bancario, es importante considerar el potencial de desarrollo que puede tener la telefonía móvil como eje de penetración financiera hacia los colectivos que se encuentran actualmente excluidos”, indica el documento de trabajo, realizado por Javier Alonso, Santiago Fernández y Carmen Hoyo, entre otros.

 

BBVA Research detalla que, debido a los recientes cambios a la regulación bancaria en México, se ha permitido contar con condiciones favorables para el desarrollo de la banca móvil. “Existen cuentas bancarias que se pueden vincular a un teléfono celular y las nuevas reglas han sentado las bases para una categoría de cuentas con requisitos de documentación mínimos para su apertura”.

 

La institución destaca lo atractivo de este modelo, pues sólo 55% de los municipios en México cuenta con al menos un punto de acceso de instituciones bancarias, donde se pueden realizar retiros y depósitos de efectivo.

 

El documento informa que el uso del celular para realizar operaciones en el sistema de pagos de la banca aún es muy bajo, pues una encuesta realizada por la institución arrojó que apenas 2% de la población usa el celular al menos para consultar su saldo, pero sin que necesariamente se realice una operación bancaria.

 

No obstante refiere que el potencial es alto, pues 46% de los encuestados manifiesta interés por servicios financieros a través del celular. “Asimismo, existe una mayor propensión al uso de banca móvil entre los grupos de edad joven, así como en el nivel socioeconómico medio”.

 

Además, los analistas encontraron que la brecha total de demanda potencial de banca móvil sería aproximadamente de 40%, que es la diferencia entre el número de cuentas actuales y la tenencia de telefonía celular.

 

La institución asegura que existen características geográficas y sociodemográficas asociadas al mercado mexicano que pueden catalizar un mayor nivel de adopción de la banca móvil, lo que potencializa su viabilidad y capacidad para brindar acceso a servicios financieros a la población no atendida por los canales tradicionales.

 

Fuente: El Economista, México