En el 2014, las transacciones por el sistema de pagos en línea PayPal sumaron 235.000 millones de dólares a nivel global de los cuales 46.000 millones se realizaron a través de dispositivos móviles, esto es el 20% del total y 63% más que en el 2013. Cuatro años atrás, en el 2010, menos del 1% de las transacciones provenían de los móviles.
 

Este crecimiento refleja una realidad: las compras y las transacciones comerciales desde los móviles ya son una realidad y con un franco crecimiento por delante. Pero Anuj Nayar, director senior de Iniciativas Globales de PayPal dice que esto es sólo el inicio.
 

"La industria del retail se ha dado cuenta que las experiencias de compra serán transformadas por completo en los próximos tres años en un modo en que no ha pasado en varias generaciones. Lo que pasa ahora es que los móviles están rompiendo las barreras y está cambiando la forma en que la gente compra en formas que jamás habíamos visto antes en la historia", asegura Nayar en una entrevista.
 

Aunque es difícil predecir el momento en que al menos la mitad de las transacciones de PayPal se realicen en línea, el directivo dice que es cuestión de tiempo. Las fuerzas motoras de esta evolución radican principalmente en el abaratamiento de los teléfonos inteligentes y de los planes de datos así como el aumento de la conectividad de la población.
 

Una investigación de PayPal e Ipsos muestra que el aumento en el comercio móvil supera en casi tres veces al del comercio electrónico. De 2013 a 2016 se espera un crecimiento anual para el comercio móvil de 42%, frente al 13% para todo el comercio electrónico.
 

México no es excepción pues el estudio proyecta un crecimiento del comercio móvil para el 2015 de un 39% respecto al año anterior, mientras que del comercio electrónico en general prevé un repunte del 19% anual.
 

El acceso a las tecnologías móviles es un habilitador de esta revolución pero para que esto será una realidad se necesitan más jugadores: operadores móviles, comercios, sistema bancario y los usuarios donde la clave será que exista un beneficio para todos los actores.
 

Un aumento de la bancarización y alcance de servicios financieros, con operadoras que incluyan acceso a servicios financieros móviles en sus ofertas, el incremento de las ventas y reducción de costos de un comercio, así como una mejor experiencia y mayores ahorros por parte de los usuarios serán algunos resultados de esta explosión móvil, comenta Manuel Briseño, director de Mercadotecnia para América Latina de Amdocs.
 

"Tiene que haber un agente de cambio, no es de la noche a la mañana pero cuando los comerciantes vean que van a reducir el pago de comisiones, ven un valor económico. También en la cuestión de seguridad cuando vean que no hay riesgos, por ejemplo, de clonación de tarjetas, y a medida que estas ideas vayan permeando es lo que va a facilitar la adopción. Es complicado, no es de la noche a la mañana pero nuestros clientes lo han pensado como un valor", consideró.
 

Amdocs es una firma que ofrece soluciones para el sector de telecomunicaciones y recientemente lanzó Financial Mobile Services, su oferta de servicios financieros móviles que ofrece a operadores, comerciantes y usuarios una aplicación para realizar transacciones y envíos de dinero a través de teléfonos y tabletas.
 

Anuj Nayar coincide en que los beneficios tangibles impulsarán el desarrollo de nuevas tecnologías para mejorar la experiencia de compra de los usuarios con una mayor adopción de aplicaciones móviles como Houzz, que diseña y recrea digitalmente ambientes para el hogar y permite al usuario comprar directamente los expuestos en la maqueta electrónica; o Delectable Wines, que permite seguir recomendaciones y compartir reseñas de vinos con los usuarios además de localizar una botella en una tienda cercana -e incluso pagarla directamente desde el celular- al tomarle una foto a la botella o seleccionarla de algún otro usuario.
 

"Comprar, por definición es una actividad social pero comprar en línea tradicionalmente había sido una actividad en solitaria. Una de las mejores cosas de ir a una tienda es que vas con la expectativa de comprar algo y sales comprando algo más que no esperabas. Eso es lo que extrañamos en el comercio en línea pero con estas aplicaciones experimentas un model similar, un descubrimiento inesperado que puedo llevarlo donde quiera y con el aspecto social", dijo Nayar.
 

Tanto PayPal como Amdocs reconocen que grandes firmas como Apple o Samsung, desde el sector tecnológico, hayan incursionado en el desarrollo de tecnologías para billeteras móviles logró que los usuarios (ya sean consumidores o comercios) pusieran una mayor atención a las transacciones móviles lo que abre una oportunidad de tracción y crecimiento.
 

Lo cierto es que el comercio electrónico móvil comienza a ganar volumen en México. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), en junio del año pasado el 18% del comercio en línea en el país se realizó a través de teléfonos inteligentes y tabletas al sumar 2,300 millones de pesos, de un total de 13,500 millones.
 

Un estudio de IAB México y Millward Brown reveló que el 66% de los internautas realizan compras en línea, de los cuales sólo el 30% lo hace a través de móviles. PayPal es el tercer medio de pago más utilizado, por debajo de la tarjeta de débito y de crédito.
 

Aunque la influencia de los móviles en los consumidores es aún mayor. El Estudio de IAB México y Millward Brown mostró que cuatro de cada 10 internautas utilizan sus dispositivos móviles para comparar precios mientras están dentro de una tienda.
 

Esto abre la posibilidad para que las tiendas desarrollen estrategias de mejoría de experiencia al cliente y la implementación de soluciones de pagos móviles que les permitan disminuir costos de personal, logísitica y recursos además de generar lealtad con los consumidores.
 

Pero aún más. Manuel Briseño, de Amdocs, considera que la masificación de las soluciones de pago móviles e incluso la incorporación de nuevas tecnologías como relojes inteligentes y tecnología vestible puede generar un mayor impacto hasta en el desarrollo de ciudades inteligentes.
 

Fuente: El Economista, México