El 11% de los hogares de EEUU que disponen de tarjeta de crédito y el 66% de los poseedores de iPhone en aquel país se han apuntado a Apple Pay.
Después de cuatro meses desde su lanzamiento, según un informe de Phoenix Marketing International basado en una encuesta efectuada entre 3.002 participantes, aún no se puede afirmar que el sistema esté teniendo éxito, debido a aspectos como el bajo índice de repetición y la pérdida de ocasiones de pago.
El 82% de los usuarios han vinculado una tarjeta de crédito a Apple Pay, mientras que el 53% han optado por tarjetas de débito y el 20% por tarjetas de prepago. El 88% de los usuarios inscritos han llevado a cabo alguna compra, ya sea en una tienda física o a través de Internet. “Antes de Apple Pay, la tasa media de conversión del mercado rondaba el 50%”, destaca el informe. El parque de usuarios de Apple Pay se estima en unos 8 millones de hogares y 12 millones de individuos.
Pero no todo son buenas noticias. Greg Weed, director de investigación de tarjetas de Phoenix, considera que “el potencial inicial de transacciones se está viendo perjudicado por el bajo índice de repetición y por la pérdida de ocasiones de pago”. Si bien la demanda existe, el 59% de los usuarios entraron en una tienda e intentaron pagar con Apple Pay, el 47% descubrieron que aunque la tienda en la que entraron figuraba entre los comercios adscritos a Apple Pay, en realidad no lo acepta como medio de pago.
Antes de la puesta en marcha del servicio, dos importantes cadenas comerciales de EEUU -Wal-Mart y Best Buy- comunicaron que no admitirían Apple Pay; posteriormente lo hicieron laa droguerías CVS y Rite Aid. Ambas cadenas son miembros de la red Merchant Customer Exchange (MCX), que dispone de su propio monedero para móviles, denominado CurrentC.
“Aunque los usuarios de Apple Pay valoran muy positivamente el servicio y el 23% esperan usarlo mucho más a menudo durante los tres próximos meses, los problemas experimentados en las cajas de pago están perjudicando el potencial de transacciones”, indica Leon Majors, vicepresidente sénior de Phoenix. “Dos de cada tres usuarios de Apple Pay han encontrado algún problema a la hora de pagar, sobre todo en forma de terminales que no funcionan o que tardan demasiado en efectuar la transacción, de inexactitudes en el registro de las operaciones y de la incapacidad de los cajeros para ayudar a los clientes a utilizar Apple Pay”, añade Majors.
“Como Apple Pay todavía está en fase de introducción y la red de terminales compatibles con NFC todavía es incipiente, añadir a la aplicación Passbook un ‘directorio de tiendas cercanas’ actualizado continuamente sería una mejora del producto necesaria a corto plazo”, sugiere Weed. “No basta con publicar en una web una lista de las cadenas comerciales adheridas. En los cuatro meses que Apple Pay lleva en funcionamiento, el 48% de los usuarios han pagado con él una sola vez, y eso tampoco es suficiente”.
En enero, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, reconoció que Apple Pay aún se encontraba en una “fase inicial” desde que fue lanzado a finales de 2014, y añadió que su empresa tiene intención de incorporar más funciones al servicio y de ampliarlo a otros países. Cook aseguró también que Apple Pay canalizaba dos de cada tres dólares pagados mediante terminales NFC a través de las tres principales tarjetas de crédito de EEUU, lo que representa una cifra relativamente pequeña.
Fuente: El Economista, España