Actualmente el 50% de los jóvenes entre 18 y 25 años mantiene un atraso en el pago de sus deudas, señaló la central de riesgo Sentinel. El universo actual de tarjetas de crédito en manos del público joven bordea las 151 mil unidades, con tendencia a seguir creciendo.
 

A mayo del 2015, según la misma entidad, el endeudamiento total en este grupo etáreo ascendió a S/. 259,4 millones (USD 80,7 millones), cifra superior en 69,2% a la del mismo mes en 2014. La deuda individual promedio con tarjeta de crédito de los jóvenes se elevó en 29%, pasando de S/. 1.332 a S/. 1.718.
 

Este incremento en la morosidad de quienes inician una vida financiera es sumamente peligroso, ya que generaría un mal récord crediticio en estos usuarios y podría generar un incremento en las carteras morosas de las entidades financieras.
 

Evvin Vasquez, abogado especialista en deudas, destaca que los jóvenes tienden a manejar las deudas sin contar con la información adecuada, ejecutando maniobras como el “ruleteo”, es decir, sacar dinero en efectivo de unas tarjetas para pagar otras, lo que se convierte en una bomba de tiempo, dependiendo de los contratos y obligaciones que haya asumido.
 

El economista Augusto Peralta, autor del libro “Amo mi tarjeta de Crédito” advierte sobre los peligros de esta práctica, ya que la disposición de efectivo, es la deuda es más cara y la que más lentamente se puede cancelar.
 

Para mantener el control y orden financiero, el especialista recomienda mantener los gastos corrientes y afrontar las deudas con disciplina. “Sobre todo no utilizar la tarjeta de crédito como si fuese dinero en efectivo, revisar las tasas de interés de cada una de ellas, hablar con su entidad financiera para que rebaje las mismas y consolidar su deuda en un solo banco”, señala.
 

Por su parte, la psicóloga Giovanna Índica, especialista en manejo de autoestima, precisa que una deuda inmanejable para los jóvenes genera ansiedad aguda, pérdida de la autoestima y sentimientos de culpa, llegando incluso a generar depresión, en cuyo caso es recomendable recibir ayuda psicológica.
 

Fuente: Gestión, Perú