Con más de dos décadas de experiencia en el sector de banca-tecnología -como él se califica-, Carlos Avendaño trabaja desde hace casi once años en el Grupo Inteligensa, compañía líder en el diseño e implementación de sistemas de pago e identificación a nivel mundial. Asegura que haber conocido primero la perspectiva del cliente y ahora desempeñarse desde la del proveedor le permiten ver “la integridad del negocio, la solución completa”.
Desde esa privilegiada visión, el actual director general de Inteligensa México y del Centro Regional de Operaciones y Negocios (CRON) del Pacífico dialogó con PaymentMedia sobre la evolución de la compañía y el panorama actual de la industria a nivel regional y global.
Desde su fundación en 1987, Inteligensa se ha expandido notablemente. ¿Cómo describiría a la compañía hoy en día?
Primero, la describo como una empresa multinacional. Antes nos presentábamos como una empresa multinacional de América Latina. Y sí tenemos un corazón latino, nacimos en América Latina, pero ahora la cobertura es mundial. Ya nos metimos al mercado de los grandes fabricantes: Europa. Estamos en Italia y desde ahí vamos a empezar a encargarnos de territorios menos atendidos y menos competidos, a donde la tecnología no ha llegado en el mismo nivel que a los países de Europa Occidental, como son el Medio Oriente y África.
Podríamos decir que Inteligensa está dando un vuelco total. Y se debe a una experiencia que vale la pena recordar: hace cinco años desde Brasil y Venezuela, nos metimos al mercado ruso. Un país con una cultura totalmente diferente y que estaba muy amarrada por los proveedores convencionales, pero muy amigable. Nos abrieron las puertas. Eso dio a la dirección general de Inteligensa la convicción de que podíamos atacar y entrar a otros mercados. Fue como la palanca que te impulsa hacia nuevos negocios.
Como compañía experta en el territorio latinoamericano, ¿cómo es ofrecer soluciones para una región tan diversa?
Es verdad que en América Latina hay diversidad de desarrollo y de tecnologías, pero la gran meta del Grupo Inteligensa es complacer a cada uno de sus clientes en los diferentes países: desde países del Caribe, que se están iniciando en la tecnología chip, hasta Brasil, que es pionero en la migración a EMV. Pasando por una Argentina que, siendo limítrofe con Brasil, recién está comenzando a dar los primeros pasos; un Chile que también está empezando a paso lento…
Hablamos de tres escalones: el primer escalón es la banda magnética, el segundo es el chip y el tercero, la dual interface. Brasil, el más adelantado, comenzó la migración en 2005 y hoy se encuentra en un tercer escalón. Colombia también está casi en el tercero. Pero tenemos soluciones para los del segundo escalón, que son Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Y también para países del Caribe como Haití, República Dominicana y Jamaica, que están dando sus primeros pasos.
Nuestras soluciones van desde aplicaciones de banda magnética; chip EMV en sus primeras versiones, early, donde hay chip pero no hay validación EMV; full EMV, donde hay validación del chip y actualización de la información; y finalmente, el dual interface que incluye aplicaciones de valor agregado, donde además del chip para pagos de contacto se pueden tener aplicaciones para pagos pequeños, como el transporte, monedero o aplicaciones particulares. Es decir, tenemos la solución a la necesidad y al desarrollo tecnológico de cada cliente.
A propósito de la migración a EMV, ¿cómo trabaja Inteligensa en la región latinoamericana?
A nosotros nos gusta llevar de la mano al cliente. Nuestra experiencia supera los diez años, desde la primera migración en un banco brasileño que data de febrero 2005. En México empezamos en 2006 con destacados bancos. En esa época, ser asesor EMV era como tener un doctorado. Hoy, al haber millones de tarjetas en la calle, ya el miedo ha bajado y ya no está aquella sensación de “megaproyecto”, pero nos gusta llevar a nuestros clientes de la mano, paso a paso.
Para eso comenzamos brindando asesoría, explicándoles qué es el chip, qué tipos de chip existen, qué tecnología hay disponible, qué se necesita para migrar, cuáles son los pasos, quiénes son los jugadores… Porque no está solo el cliente y nosotros, también está la franquicia, el que procesa los archivos, cuando hay un procesador de por medio también está el que autoriza, etc. Entonces les hacemos un caso de negocio, un proyecto, una ruta crítica donde se ejecuta tarea por tarea, y lo hacemos parte de la solución, de la migración. No es una consultoría independiente, sino un todo integrado, para que el cliente pueda migrar a EMV sin mayores tropiezos.
Ese es el valor agregado que entregamos al cliente. No vendemos la solución como algo de la nada, sino como una solución que hay que implementar, que lleva desarrollos y que requiere de cierto apoyo, y es el que brindamos nosotros.
Recientemente Inteligensa se asoció con Entrust DataCard para integrar soluciones de personalización. Cuéntenos sobre esa alianza.
Es una solución bien interesante, dado que en el mercado ahora mismo todos los clientes están ofreciendo los mismos productos: una cuenta corriente, una cuenta de ahorro, una tarjeta de débito o de crédito.
Por ejemplo, en Honduras, un cliente pedía una tarjeta y la recibía 15 o 20 días después. Sucedía que esa tarjeta residía en un stock que tenemos en México, ahí se personalizaba en uno o dos días, luego debía pasar una aduana en México y otra en Honduras, luego la distribución en la oficinas de Honduras, para finalmente llegar al cliente. Por lo tanto, un cliente que abría una cuenta y estaba recibiendo su tarjeta 15 o 20 días más tarde.
Gracias a este acuerdo y en el proceso que implementamos con uno de los bancos más importantes de México, actualmente ese cliente pide la tarjeta hoy, y mañana puede tenerla lista en su oficina, lo que representa un cambio sustancial en la eficiencia.
También tenemos otra tecnología llamada emisión instantánea, que está montada en Costa Rica y Panamá. Aquí el cliente pide la tarjeta y es capaz de llevársela en el momento. Además personalizada, con su nombre y adicionalmente grabado el chip y la banda. No obstante, es más costosa que la otra, dado que requiere una máquina por sucursal. Sin embargo la opción está disponible y es parte de la competitividad que tiene el sector financiero.
¿Cuál es la visión de Inteligensa sobre los pagos móviles?
Es un nicho que cada vez va a ser más grande. La banca móvil, los pagos móviles y el NFC es el futuro -o presente- para una porción de la población. Y, por ejemplo, Samsung y Apple ya tienen sus desarrollos en este sentido.
Sin embargo esto aún sigue reduciéndose a un grupo selecto. A pesar de que México tiene 120 millones de habitantes y 140 millones de líneas telefónicas activas, para algunos sectores de la población sigue siendo un objeto inalcanzable, por más planes y facilidades que se brinden para acceder a él. Lamentablemente, en el resto de Latinoamérica y el Caribe también hay todavía mucha pobreza. Y la tecnología aún no está apta para todos. Los no bancarizados comenzarán un camino lento. Algunos saltearán etapas pasando del celular al dual interface, pero lo cierto es que las soluciones todavía siguen siendo muy sectorizadas y no masivas, y la tarjeta tiene aún mucha vida útil para la gran mayoría de la población.
¿Hacia dónde veremos evolucionar al Grupo Inteligensa en los próximos años?
En la última década la empresa ha venido creciendo con nuevas líneas de negocio, aplicaciones, nuevos productos y, especialmente, creciendo en cobertura de clientes, países y soluciones. Ahora estamos trabajando en hacer más fácil el proceso de producción de tarjetas y el desarrollo de aplicaciones para pagos móviles. Es decir, vamos creciendo al mismo ritmo que crece la tecnología.
A pesar que es una tecnología que ya tiene más de diez años, también estamos apostando a las tarjetas SIM en telefonía en países donde no estamos presentes. Todos los años hay más teléfonos que personas. Es un sector que todavía está en pleno auge y seguimos teniendo una plena vigencia.
También veo crecimiento en sectores de banca móvil, pagos móviles o transporte ligados a la banca. Cero que tarde o temprano se unirán la banca, el sector del transporte y las telecomunicaciones más allá de los intereses que cada uno defiende. Y cuando esto suceda, Inteligensa va a estar ahí aportando sus soluciones de negocio.