Standard & Poor's ha decidido recortar un peldaño la calificación de la deuda a largo plazo de Brasil, que ha pasado de BB+ a BB, adentrándose así en el nivel del denominado bono basura.
 

Este recorte se produce apenas unos meses después de que S&P decidiera, en septiembre pasado, bajar la calificación de la deuda brasileña hasta la categoría de especulativa.
 

Además, la agencia de ráting ha situado hoy la perspectiva del país en negativo, ya que considera que se enfrenta a importantes desafíos políticos y económicos, lo que abre la puerta a nuevas rebajas de la nota de Brasil en el futuro.
 

En este escenario, S&P espera que los ajustes en Brasil sean ahora más prolongados, con una corrección más lenta de su política fiscal, y vaticina que su economía cerrará 2016 con una contracción de alrededor del 3%, tras acabar 2015 con una caída del 3,71%, según los cálculos de los analistas del mercado financiero.
 

S&P resalta también el riesgo de que se produzcan cambios en políticas clave para el país dado el enrarecido ambiente político que se respira en el país, que mantiene a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, al borde de un juicio político en el Congreso con miras a su destitución, y que, de acuerdo con la firma, complica la aprobación de medidas de ajuste fiscal para reactivar la maltrecha economía nacional.
 

"Pese a los planes del Gobierno para planificar una reforma estructural, como las pensiones, esperamos que el ambiente político tras el proceso de 'impeachment' (juicio político con fines de destitución) siga limitando la viabilidad de las reformas, independientemente de quien sea presidente".