El principal reto que tiene el sector bancario es disminuir el uso de efectivo y acelerar la adopción de pagos electrónicos, ello debido a la importancia que tienen éstos para los consumidores, para los comercios e incluso para los gobiernos, asegura Eduardo Coello, director general de Visa para América Latina y el Caribe.
 

Explica que en muchos países ya se han formado diferentes grupos de trabajo para que se identifique cuáles son las barreras que han impedido una adopción más rápida del uso de transacciones electrónicas y se ha observado que éstas van desde los hábitos que tienen las personas en cuanto al manejo y formas de mantener seguro su dinero hasta la idea de que la información de cada persona es segura y que tiene un respaldo por parte del banco.
 

“Debemos seguir buscando la manera de eliminar las barreras que inhiben que una persona que ya tiene una tarjeta la utilice más, ya sea porque encuentra más lugares donde pueda utilizarla, porque aumente su percepción de que su producto es más seguro o porque la facilidad de utilización de los pagos electrónicos sea cada día mayor”, destaca.

 

Considera que uno de los grandes retos de América Latina es modificar la percepción de los comercios pequeños de que al utilizar pagos electrónicos deberán pagar impuestos por dichas transacciones. “El tema de no declarar todas las ventas es algo importante y poco a poco serán los consumidores los que así harán que todos los comercios también paguen sus impuestos, así se aumentará la recaudación”.

 

Aliada del fisco
 

Por otro lado cabe destacar los beneficios que tendrá un comercio, como aumentar sus ventas y que pueda hacer un análisis de su mercado más a fondo.

 

Lo anterior, a decir de Eduardo Coello, también traerá beneficios —como ya se ha visto— en algunas de las definiciones de políticas públicas en la región, en donde se ha mostrado que entre más crecen los pagos electrónicos, se favorece la economía, y los gobiernos mejoran su eficiencia no sólo a la distribución de algunos programas de ayuda, sino también en la recaudación de impuestos.

 

Los comercios también se ven directamente beneficiados con esta bancarización, debido a que es una manera de obtener más inteligencia que les permite una aproximación más específica a ciertos consumidores observando sus comportamientos de compra. Esto les permite asegurar que las tasas de respuesta a las ofertas que brinden sean mayores y así incrementen sus ventas.

 

Apoyo para bancarizar

 

Destacó que la utilización de medios de pago electrónicos aumenta la bancarización, amplía la inclusión financiera como una mejora para la sociedad, toda vez que sus integrantes tienen acceso al sistema financiero formal.
 

En cuento a la evolución de los medios de pago electrónicos, el directivo destacó que se observan dos dimensiones: la primera es que se continúen encontrando soluciones que le den valor agregado a un pequeño comercio, como lo es contar con una terminal punto de venta (logrando casos como los comercios que venden tiempo aire o que fungen como corresponsales bancarios).
 

“En muchos países de Latinoamérica ya no es tanto el tema de tener un plástico en los bolsillos de los consumidores, sino que realmente se utilicen, ya que en los días de quincena aún se ven largas filas de personas que están sacando todo su dinero; conforme vayamos ampliando la aceptación del mundo físico, veremos una mayor penetración de los pagos electrónicos”, asegura.
 

Más movilidad
 

La segunda gran tendencia que ha tenido la evolución de estos pagos se trata de la facilidad y movilidad que cada vez más tienen los consumidores a través de los dispositivos electrónicos (principalmente los dispositivos móviles), así la accesibilidad a estos aparatos hace que el comercio acceda cada vez más a lo electrónico. Las personas suben una única vez todos los datos bancarios y sirven para todas las aplicaciones, y posteriormente todas las transacciones se hacen con cargo a la tarjeta del consumidor de forma automática, acelera la adopción de pagos electrónicos.
 

“En el caso de Visa, esto es algo que se apalanca, pues somos una red que interconecta a múltiples jugadores, pero también mantiene íntegros dichos movimientos sin que haya un mal uso de ellos”, afirma.

 

Toda vez que los dispositivos móviles generan más información se puede tener más certeza de cuando una transacción es legítima, y esto mejora la experiencia del tarjetahabiente.
 

Eduardo Coello destacó que se ha registrado un movimiento importante en el número de terminales punto de venta, de forma tradicional, utilizando un teléfono inteligente o por medio de aplicaciones.
 

Por más incentivos

 

Destaca la necesidad de ayudar a desarrollar políticas públicas en México, en donde el consumidor tenga una motivación de hacer pagos electrónicos.

 

En América Latina hay varios países en donde si una persona paga con su tarjeta tiene algún beneficio fiscal, lo que incentiva a que los ciudadanos consuman con su plástico, tengan una mayor probabilidad de cumplir con el pago de impuestos, entonces el pequeño comercio que no acepta tarjetas y que tiene una pérdida de ingresos por este factor, acuda a un banco que le pueda dar una terminal y empezar a recibir transacciones.
 

Informó que la apuesta de Visa es tener una red interconectada; por primera vez en 50 años está abriendo su red para que toda empresa que pueda ofrecer alguna solución digital a los consumidores y que esté relacionada con un pago pueda acceder a la red de Visa a desarrollar su solución, y así lograr estar más rápido en la mente del consumidor.

 

Otro objetivo es que todas las posibles transacciones se ofrezcan de forma sencilla.
 

“Seguiremos trabajando de la mano con los bancos, con los comercios y con las diferentes alternativas de pago para seguir manteniendo la seguridad de este modelo de pago; así todo mundo recibe lo que está esperando al final de una transacción”, destaca.

 

Fuente: El Economista, México