Por muchos años la tarjeta de crédito fue la herramienta financiera favorita de los mexicanos, pero ahora ha perdido popularidad, al grado de que desde 2011 su número disminuye.
Según la base de datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de 2015 había en México 22 millones 546 mil 255 tarjetas de crédito, cuando en 2011 sumaban 24 millones 296 mil 121; en cuatro años la banca ha perdido un millón 749 mil 866.
Especialistas coinciden en que esa disminución obedece a varios factores, uno de ellos es el efecto de la reforma hacendaria de 2014, la cual dejó una percepción de mayor fiscalización entre los tarjetahabientes, así como el surgimiento de otros productos financieros que ofrecen mejores condiciones.
La caída de las tarjetas de crédito ha sido constante, pues al cierre de 2011 existían 24 millones 296 mil; en 2012 el número bajó a 24 millones 007 mil; en 2013 a 23 millones 403 mil; para 2014 ya solo había 22 millones 755 mil y al terminar el año pasado la cantidad se ubicó en 22 millones 546 mil.
Las cifras de la CNBV revelan que la disminución más importante se dio en 2014, año en el que la banca perdió alrededor 648 mil tarjetas de crédito.
Fue precisamente en ese año cuando entró en vigencia la reforma hacendaria, en la cual se estableció que los pagos que las personas físicas efectúen con sus tarjetas de crédito se asumirán como ingresos que el contribuyente deberá declarar, por lo que en su caso pagará el impuesto correspondiente.
En concreto, la ley señala que cuando una persona física, aun cuando no esté inscrita en el Registro Federal de Contribuyentes, realice en un año de calendario erogaciones superiores a los ingresos que hubiese declarado en ese mismo año, se está ante la presencia de una discrepancia fiscal.
Según directivos bancarios, esta medida quedó plasmada en la percepción de las personas, que sintieron temor de ser vigiladas por el Servicio de Administración Tributaria, y en consecuencia dejaron de utilizar sus tarjetas; sin embargo, han asegurado que ese efecto ya quedó atrás y el uso de los plásticos entre la población comienza a repuntar.
Otro factor importante en el menor uso de las tarjetas, según los propios banqueros, es que los mexicanos se han vuelto más sofisticados al momento de recurrir al crédito y han optado por otras herramientas financieras que ofrecen mejores condiciones, como créditos personas o de nómina, mismos que han crecido a una tasa superior respecto a las tarjetas en los últimos años.
Los que más pierden
Con 6 millones 52 mil 488 tarjetas de crédito, BBVA Bancomer es la institución que más tiene colocadas, aunque en los últimos cuatro años ha perdido poco más de 2 millones, toda vez que en 2011 contaba con 8 millones 55 mil 866.
En tanto, en el mismo lapso Banamex perdió 119 mil tarjetas, al pasar de 5 millones 160 mil a 5 millones 40 mil; Santander bajó un millón 551 mil, al pasar de 4 millones 409 mil a 2 millones 858 mil; mientras que el mexicano Banorte se mantiene estable, en más o menos 1,3 millones de tarjetas.
No obstante la tendencia descendente, hay un ganador, se trata de BanCoppel, el brazo financiero de las tiendas Coppel, institución que al cierre de 2015 registró 3 millones 129 mil 751 tarjetas de crédito en circulación, cuando cuatro años atrás apenas contaba con un millón 829 mil 729; o sea que agregó a su cartera un millón 300 mil plásticos.
Fuente: Milenio, México
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