En concreto, la cifra total de sucursales, oficinas comerciales y otros centros operados por 13 bancos, se redujo de 6.055 a finales de 2014, a 5.890 en el mismo período de 2015.
 

Según el informe, dicha reducción se debe a que, con el desarrollo de las operaciones bancarias a través del móvil o Internet, disminuyó el número de clientes que visitan las instalaciones. Asimismo, los bancos están fusionando o reduciendo activamente los negocios con bajo nivel de rendimiento.
 

Los datos del Banco de Corea (BOK, según sus siglas en inglés) mostraron que, durante el año pasado, el uso medio diario de la banca móvil alcanzó la cifra de 42,39 millones, triplicándose en comparación con los 12,94 millones registrados en 2012.
 

La cantidad de dichas transacciones diarias en 2015 se situó en un promedio de 2,49 billones de wones (2.200 millones de dólares), frente a los 1,83 billones de wones (1.600 millones de dólares) del año anterior, experimentando un crecimiento de un 36,2 por ciento interanual.
 

Se prevé que los bancos comerciales seguirán cerrando unas 100 sucursales durante este año. Las restantes serán renovadas para convertirse en sucursales especializadas en la banca privada o en centros combinados con otras entidades financieras.
 

Asimismo, los terminales de autoservicio de los bancos, como los cajeros automáticos, entre otros, están disminuyendo a un ritmo considerable. De los 39.723 cajeros automáticos que había en 2014, el año pasado se redujeron un total de 1.469 unidades.
 

La disminución también tiene como fin la reducción de los gastos de los bancos, ya que, para el mantenimiento de un solo cajero automático, por ejemplo, se registra una pérdida de 1,6 millones de wones (1.386 dólares) anuales en costos, entre los que figuran la instalación de la máquina y de cámaras de vigilancia.
 

Fuente: Yonhap