De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en el 2015 se generaron 60,3 millones de solicitudes de compra en e-commerce por un monto de 84,219 millones de pesos, de los cuales se autorizaron 38 millones de compras por un monto de 52.026 millones de pesos. Pero al mismo tiempo, según la dependencia, las reclamaciones por transacciones de pagos en 
e-commerce sumaron ese año a casi 680.000, 57% más que en el 2014.
 

“Junto con el crecimiento de pagos digitales, e-commerce, pagos móviles y en otros dispositivos, el volumen se está yendo para allá y también los defraudadores están enfocados en tratar de hallar la manera de cometer fraude en esos nuevos canales o soluciones que existen”, refiere Eduardo Pérez, vicepresidente senior de riesgo para América Latina y el Caribe de Visa.
 

En este sentido, asegura que para la empresa de pagos es clave crear confianza y hacer todo lo posible para prevenir que los fraudes puedan ocurrir por estos canales digitales, pero también en los tradicionales como los pagos con tarjeta en terminales punto de venta.
 

Algunos ejemplos con los que trabaja Visa para prevenir los fraudes en el e-commerce son: la autenticación del consumidor al momento de la transacción, con elementos como la identificación del dispositivo que se está usando, y la tokenización, con un código único para el dispositivo que se registra.
 

“Son dos soluciones que sí se están adoptando en el mercado mexicano y que están apoyando al crecimiento de pagos digitales, pagos tradicionales en línea, pagos móviles y en tabletas, o cualquier otro dispositivo del mercado”, precisa.
 

El directivo de Visa aclara que tampoco se trata de inhibir el uso de pagos electrónicos con métodos complejos. “Lo que pasa en línea, o que vemos, es que el consumidor se frustra y cuando te pide un código o una contraseña que ya no sabes, en muchos casos el consumidor deja la transacción”.
 

En materia de pagos electrónicos tradicionales como los realizados con tarjetas en terminales punto de venta, Eduardo Pérez destaca que aquí en lo que se ha avanzado mucho es en los plásticos con chip. “Más de 95% de las tarjetas y más de 90% de los comercios ya están adoptando el chip”.
 

El directivo de Visa reconoce que uno de los principales inhibidores en la población mexicana del uso de medios digitales de pago es la percepción de los altos niveles de fraude. No obstante, aclara que según un estudio propio, este delito ha venido a la baja en los últimos años.
 

“El nivel de fraude es relativamente bajo en México y a nivel global, y ha bajado en el último año, y lo que vemos es que hay oportunidad para cerrar ese hueco de la percepción a la realidad, y para dar más confianza al consumidor de usar pagos electrónicos en México. Hoy casi 80% de pagos se hace en efectivo, eso inhibe que crezcan los pagos electrónicos”, refiere.
 

Fuente: El Economista, México