Desde abril de 2015, Fernando Byrne se desempeña como gerente general de MasterCard para Perú y Bolivia. Bajo este cargo, su responsabilidad radica en el planeamiento estratégico, es decir, definir y ejecutar la estrategia de MasterCard en estos dos territorios para el crecimiento de la marca.
Perú y Bolivia se encuentran en una situación especial, ya que son países donde la penetración de medios electrónicos es de las más bajas. De acuerdo con cifras recientes, en Perú aproximadamente el 11% de todo el volumen del consumo privado se realiza con medios electrónicos. En torno a esto, el ejecutivo destaca que la visión de MasterCard es que la oportunidad y el potencial son muy grandes. “Hay muchísimo campo por recorrer y mucho por dónde crecer, tomando como visión estratégica que nuestro competidor es el efectivo”.
PaymentMedia dialogó con Byrne sobre estos mercados y la estrategia que se encuentra llevando adelante MasterCard para que sus productos le ganen terreno al efectivo.
¿De qué forma participa MasterCard en el proceso de bancarización de la población en Perú y Bolivia?
Participamos acercando soluciones tecnológicas a los distintos segmentos del mercado que hoy no están acostumbrados a usar medios electrónicos de pago, para que comiencen a tenerlos como una opción.
MasterCard hoy en día ofrece soluciones para gobiernos, para empresas, soluciones de prepago, e inclusive soluciones de transferencia de dinero persona a persona. Creemos que ellas, combinadas con el asesoramiento estratégico que ofrecemos a nuestros clientes, son la fórmula para ir desplazando el efectivo.
¿Cómo ve hoy en día la aceptación de tarjetas en comercios en estos países?
Se ha avanzado muchísimo y esto es vital, ya que la aceptación de pagos electrónicos es uno de los componentes más importantes. Tenemos muy claro que en estos mercados uno de los motivos por los que la penetración es tan baja, es justamente porque la aceptación de medios electrónicos también es baja. Por esto nos encontramos trabajando con empresas que se dedican al negocio de afiliar comercios para crecer.
En Perú, por ejemplo, estimamos que en total hay en el mercado entre 110.000 y 120.000 comercios que aceptan medios electrónicos, pero el potencial es por lo menos del doble si lo comparamos con países similares al Perú que están más avanzados, como Colombia o Chile.
Si hablamos de Bolivia, el potencial de crecimiento es mucho mayor aún, ya que si bien es un mercado más pequeño, los puntos que aceptan medios electrónicos de pago no pasan de 5.000. No vale la pena aclarar que se trata de un número muy bajo.
Hay una oportunidad muy grande en estos dos países, pero es mucho el trabajo por hacer.
¿Qué opina usted sobre la posibilidad que ofrecen para estos mercados los productos prepago?
MasterCard es muy agresiva y domina a nivel regional los productos prepago. Estos productos tienen mucho potencial porque se pueden utilizar de muy diferentes formas y para atacar muchos segmentos.
Por ejemplo, si hablamos del segmento de consumidor, se pueden armar plataformas de tarjeta prepago para tiendas o tarjetas de regalo. También se puede utilizar la plataforma prepago para distribución de beneficios en el gobierno. En Perú está muy desarrollado lo que son vales de alimentación, que las empresas dan a los empleados, mientras que en otros países todavía se usan en formato papel. También para empresas se puede utilizar plataforma prepaga para viáticos, compras menores, así como para hacer más eficiente la caja chica de las oficinas.
Lo que MasterCard está haciendo en Perú es desarrollar estas funcionalidades, empaquetarlas y ofrecerlas a los distintos clientes. Creemos que el potencial de crecimiento del producto prepago es hoy en día muy alto.
¿Se ha trabajado en el fomento de la tarjeta de débito como medio de pago, o continúa siendo un instrumento para retiro de efectivo?
En el mercado peruano se ha hecho mucho esfuerzo en educar al consumidor para que se dé cuenta de que una tarjeta de débito no es solamente para retirar efectivo, sino para utilizarla en el punto de venta.
Por supuesto que resta mucho trabajo por hacer ya que todavía más de la mitad del consumo de las tarjetas de débito se hace en los cajeros automáticos retirando efectivo. Pero, como ya mencionamos, el fomento del débito como medio de pago necesariamente tiene que ir acompañado con el incremento de la aceptación.
¿Cómo trabaja MasterCard en torno al sector afluente?
El sector afluente, tanto en Perú como en Bolivia, es un segmento ya bastante penetrado, muy exigente, y que tiene mucha oferta de productos.
Lo que buscamos aquí es dar un valor agregado y una plataforma de beneficios muy potente y alineada con lo que está buscando el consumidor afluente, que son beneficios relacionados con su uso cotidiano en restaurantes, beneficios en viajes, servicios de concierge que dan apoyo al consumidor afluente cuando viaja, y esquemas de lealtad. Con todo esto nuestro producto es muy atractivo en este segmento.
¿Y con el sector empresarial?
Al sector empresarial estamos empezando a otorgarle una gran importancia, porque encontramos que los productos para este segmento están muy poco desarrollados en ambos territorios.
Lo que estamos haciendo es armar propuestas de valor y configurar productos diferenciados también por los segmentos de empresas. Ya ofrecemos productos para grandes corporaciones, así como también productos para empresas medianas y pequeñas en las distintas plataformas, tanto de débito como de crédito. Inclusive hemos configurado paquetes de tarjetas prepago, cada una con servicios de valor complementarios que necesitan las empresas, como control de giro (que implica en qué gastos una empresa puede usar la tarjeta) o con herramientas que ayuden a la empresa en la tarea contable, para poder manejar y controlar los gastos de los funcionarios.
Finalmente, también ofrecemos plataformas que le permiten a un viajero, a un funcionario que usa viáticos, realizar su reporte de gastos de una manera eficiente y automatizada. Estos son esquemas mucho más sencillos, fáciles y convenientes para una empresa que el esquema típico de gasto, que es el gasto con efectivo, en donde la persona consume con su efectivo y la empresa después reembolsa; o en los casos donde el empleado debe acudir a tesorería para que le asignen viáticos en efectivo, de los cuales después debe hacer un reporte de gastos. Estos son esquemas antiguos que tienen muchos inconvenientes y las empresas modernas están tratando de salir de ellos, y para esto nosotros tenemos las herramientas.
¿Cuánto han avanzado estos mercados en la migración a tarjetas con chip EMV?
Tanto en Perú como en Bolivia la Ley exigió que a estas alturas ya esté el 100% de las tarjetas migradas a chip EMV. En este sentido, este es un proceso que ya terminó, y virtualmente todas las tarjetas nuevas en el mercado, tanto débito como crédito, ya cuentan con esta tecnología, lo que se traduce en muchos beneficios ya que hay un control mucho más potente de fraudes. A la vez, el chip es el primer paso para llegar al siguiente punto, que es el estar preparados para la tecnología de tokenización o encriptamiento y las futuras billeteras electrónicas.
En torno a esto, ¿cómo están estos dos territorios frente a las billeteras electrónicas?
Todos nuestros clientes actuales están empezando a pensar y a planear su estrategia digital alrededor de billeteras electrónicas. Nosotros creemos que ahí tenemos una ventaja competitiva muy clara con respecto a nuestros competidores, porque nuestra estrategia es darles soporte a nuestros clientes, a los bancos, para que ellos desarrollen su billetera electrónica bajo los estándares MasterCard; y que la billetera electrónica que desarrolle cada banco pueda ser utilizada tanto en las páginas web como en los puntos donde se acepta MasterCard.
¿Cuál es la ventaja de esto? Que el control de los clientes y el control de la billetera permanecen en el banco, a diferencia de nuestra competencia donde la billetera electrónica no le pertenece al banco sino a la marca de tarjetas. Entonces ahí el banco pierde el control sobre la billetera y la capacidad de costumizarla o adecuarla a sus necesidades.
¿Qué podemos esperar durante el próximo año de MasterCard en Perú y en Bolivia?
Crecimiento. Es lo que estamos buscando y hacia donde estamos apuntando. Un crecimiento fuerte de la aceptación y llegada de tecnología que permita que la aceptación sea más barata y más conveniente a los comercios. En Perú sería muy bueno lograr la interoperabilidad de marcas, como ya existe en muchos países, incluyendo Bolivia, donde la empresa que afilia a comercios ya lo hace para todas las marcas.
Por otro lado, esperamos que se consoliden los productos de prepago y los productos comerciales, y que comience la expansión de nuevas tecnologías, como las billeteras electrónicas.