Accenture ha presentado los resultados de un estudio realizado a más de 4.000 consumidores de Estados Unidos en el que se pone de manifiesto el aumento del conocimiento del pago a través de dispositivos móviles. De hecho, este porcentaje ha crecido en cuatro puntos porcentuales con respecto al año pasado hasta situarse en el 56%. A pesar de ello, su uso regular se mantiene plano en torno al 19%. Ahora bien, el informe también constata un descenso en el uso de dinero en efectivo a la hora de pagar. Concretamente, el 65% de los encuestados declaró haber utilizado esta forma de pago en la última semana, siete puntos porcentuales menos que con respecto a 2015. Por su parte, el uso de la tarjeta de débito mantiene un uso constante (58%), mientras que la de crédito aumenta tres puntos porcentuales hasta situarse en el 53%.
 

“Estamos viendo un aumento gradual de la conciencia del consumidor sobre las opciones de pago de telefonía móvil. Sin embargo, la adopción se mantiene estable en los últimos años”, confirma Robert Flynn, director general de Accenture Payments en América del Norte. El directivo apunta que los consumidores están satisfechos con el uso del dinero en efectivo y de plástico en sus transacciones diarias; y aunque el primero está disminuyendo, es la forma de pago más comúnmente utilizada, y los consumidores esperan que siga siendo así en el año 2020.
 

Ahora bien, aunque el uso de pagos a través del móvil en establecimientos comerciales se mantiene plano, esta encuesta revela que hay otros pagos digitales que están aumentando. Por ejemplo, desde 2014, el uso de PayPal se ha incrementado cuatro puntos porcentuales hasta llegar al 18% en 2016. Asimismo, los consumidores expresaron optimismo acerca de la adopción de la billetera móvil en el futuro, esperando un aumento de casi el 60% en su uso.
 

Finalmente, el estudio identifica cuáles son las barreras para la adopción de los pagos móviles. Del 64% de los consumidores que nunca han utilizado su teléfono móvil como medio de pago en un establecimiento, más de un tercio (37%) no lo han hecho porque consideran que el efectivo y las tarjetas cubren perfectamente sus necesidades de pago; mientras que casi uno de cada cinco prefiere no registrar credenciales de pagos en su teléfono móvil (21%) o les preocupa que no les autoricen las transacciones (19%).
 

Fuente: itreseller.es