La banca española recupera la emisión récord en tarjetas de crédito
16 de Marzo, 2017 - España
A pesar del contumaz hábito arraigado entre los españoles de tirar de efectivo para comprar, el dinero de plástico gana espacio con decisión.
La banca española colocó nada menos que 4,59 millones de tarjetas nuevas en el bolsillo de los españoles el pasado año y su censo alcanzó los 74,51 millones, con el mayor aumento interanual de toda una década. Se trata de un ejercicio que pasará además a la historia porque el valor de las compras ejecutadas con los plásticos -124.406 millones- superó al de los billetes extraídos en cajeros automáticos -118.275 millones-.
Se reprodujo el ecosistema perfecto para favorecer su empuje con el aliento del consumo, junto al desincentivo de ir al cajero a sacar dinero por las nuevas comisiones a no clientes y las facilidades para pagar traídas con la revolución tecnológica. Su desarrollo difiere, sin embargo, del panorama precrisis. Y es que la banca volcó la emisión en tarjetas con línea de crédito, cuyo número rompe un récord en 48,75 millones, mientras el débito queda lejos del techo de 33,10 millones de 2003 sin visos de recuperarlo. "No se recuperará nunca porque en España hay menos entidades y el número de tarjetas de débito estaba íntimamente ligado al número de cuentas bancarias", afirma Jaime Domingo, consejero delegado de Universalpay, filial de EVO Payments volcada en soluciones de pago.
El avance del plástico a crédito descansa en que "se ha animado algo el recurso a la financiación, que en España no es habitual, y hay nuevos emisores como WiZink" volcados en las tarjetas revolving, explica Verónica López, experta de medios de pagos de Analistas Financieros Internacionales (Afi). WiZink, filial del Popular y Värder Partners, ha irrumpido fuerte en un codiciado negocio financiero para la banca porque renta entre siete y diez veces lo generado por la hipoteca.
En esta lid el desafío es lograr que el crédito embebido se incorpore a la rutina diaria. Por lo pronto el uso del dinero de plástico sí es cada día más finalista, aunque su utilidad para compras a plazos va retrasada. Se paga más con tarjeta porque "el coste del efectivo, con el inicio del cobro de comisiones por disposiciones en cajeros" enfría en paseo al terminal y "se ha incrementado muchísimo el pago en aplicaciones (app) para taxis o servicios como Uber, Cabify o Just Eat", explica Jaime Domingo. "Eso que antes pagábamos en metálico y eran compras recurrentes, ahora va en un plástico y está creciendo muchísimo, al 30%", añade el ejecutivo de Universalpay, quien confirma que la tendencia sigue en 2017.
La distancia frente a países vecinos es, sin embargo, amplia aún. "Uno de cada cuatro españoles seguimos pagando la compra cotidiana: el super, el café, etc, en efectivo", puntualiza la experta de Afi. "Estamos muy lejos tanto en volumen como en términos absolutos de países de nuestro entorno", señala en alusión a Reino Unido, Francia o países nórdicos, donde utilizan tres veces más las tarjetas que los billetes y monedas para pagar.
Se financian compras por un 0,9% del PIB
"Si en Latinoamérica, en promedio, el consumo financiado con tarjeta equivale al 10% del PIB, en España es el 0,9%", indica Verónica López. Es una de las conclusiones del estudio sobre medios de pago que Afi realiza cada año con Tecnocom. En España solo el 18% del consumo de los hogares se realiza con tarjeta, la mitad o menos de Reino Unidos o Países Nórdicos. López insta a hacer "más pedagogía" porque el pago en metálico es más inseguro y costoso.
Fuente: El Economista, España
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