En 2013, 530 millones de personas a nivel mundial usarán algún tipo de banca móvil, en contraste con los 300 millones de usuarios registrados en 2012: Juniper Research.
Cada día, la banca móvil se consolida en todo el mundo de acuerdo con Planet Media. Para el año 2015, América Latina tendrá cerca de 140 millones de usuarios conectados desde su teléfono móvil utilizando este tipo de servicios.
En esta región, México cuenta con la capacidad para ser punta de lanza en el rubro de los pagos electrónicos; irónicamente, la desconfianza de la población en torno a la seguridad que brinda esta tecnología, pone en riesgo el protagonismo que puede adquirir en el país durante los próximos años.
Un estudio, dado a conocer por Juniper Research, revela que en este año 530 millones de personas a nivel mundial usarán algún tipo de banca móvil, en contraste con los 300 millones de usuarios registrados en 2012; esto significa que la demanda de este tipo de servicios creció 98,2% en tan solo 12 meses.
Las operaciones que más se realizan en México por medio de este servicio son: recarga de tiempo aire, pago de cuentas y transferencias nacionales, las cuales representan tan sólo el 13% del total mundial de 130 servicios que la banca móvil comercial puede ofrecer.
La seguridad es un tema fundamental para el desarrollo de la banca móvil en Latinoamérica. De acuerdo a la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), el 47% de los que no hacen uso de la banca electrónica se abstiene porque no la considera lo suficientemente segura.
En este contexto, los bancos deben tomar medidas para promover la seguridad de sus productos móviles; sin embargo, esto puede necesitar de esfuerzos adicionales en todo el ecosistema para integrar la infraestructura de seguridad y gestionar las percepciones de los clientes.
Debe de entenderse que por la operación tan particular y demandante del sector financiero, en especial, la oportunidad y la calidad de la información son también un factor clave. Debido a los requerimientos internos y de organismos externos, las transacciones que se manejan son en línea y con altos volúmenes de información. Por lo tanto, se requiere de profesionales capaces de aplicar técnicas avanzadas de ingeniería para el desarrollo de sus sistemas, aprovechando la experiencia aplicativa de los proveedores de servicios, la cual se convierte en un factor crítico de éxito.
Gran parte de la penetración de la banca móvil en el país se debe a la presencia de nuevas tecnologías que brindan la posibilidad de acercar este tipo de servicios a nuevos usuarios. Tal como las terminales móviles, que aceptan pagos tanto de tarjetas de crédito como de débito, y el usuario sólo debe contar con un dispositivo móvil y la institución financiera provee el lector de tarjeta.
Mientras la banca móvil sigue creciendo, las instituciones podrían considerar el perfeccionar su enfoque de segmentación con base en información adicional. Por ejemplo, existen dos segmentos amplios de consumidores que podrían conducir el crecimiento de esta actividad en Latinoamérica y por consiguiente, en México: los usuarios de celulares con planes de prepago y los que cuentan con smartphones, de mayor poder adquisitivo, que aún no están vinculados a una institución financiera.
Estos dos núcleos de población “financieramente vírgenes” podrían brindar a los bancos importantes beneficios, ya sea por nuevos cursos de ingresos provenientes de clientes no bancarizados, una mejor retención del cliente entre los de mayor poder adquisitivo y un menor costo de provisión de servicio. Aquí, la tecnología es clave para impulsar el potencial de la banca móvil.
Pese a este potencial de mercado, la adopción de la banca móvil en México avanza lento, ya que la mayoría de los usuarios no confía en las operaciones financieras por este canal. Este fenómeno se debe a que la mayoría de la población aún desconoce que la información que se transmite por estos dispositivos es confiable, ya que utiliza un mecanismo de seguridad que encripta los datos antes de enviarse; además, estos aparatos no guardan ningún tipo de números de cuenta o claves de acceso.
“El reto de las instituciones financieras en México está en adoptar cada vez más esta tecnología y ofrecerla a un número mayor de clientes. Es una realidad que las personas verían en la banca móvil un beneficio para sus transacciones personales y de negocio siempre y cuando se las dieran a conocer de manera clara y concreta,” comentó Edmundo Robert, director general de Praxis.
Fuente: Addictware
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