Hace medio siglo que se instaló la primera máquina, en Reino Unido, que permitía a los clientes sacar dinero los fines de semana.
Hace cincuenta años que se instaló el primer cajero automático del mundo en Reino Unido. Su ideólogo fue John Shepherd-Barron, director de producto de De la Rue, en la actualidad el mayor fabricante de papel de seguridad del mundo. Shepherd-Barron soñaba con poder acceder a su dinero a cualquier hora del día, sobre todo los fines de semana, cuando los bancos estaban cerrados.
La acogida fue espectacular. Rápidamente, mucha gente dejó de guardar su dinero en cajas fuertes o debajo del colchón, y abrieron nuevas cuentas bancarias. Desde entonces, incluso en los peores años de la crisis, el número de billetes en circulación no ha dejado de crecer.
La historia de los cajeros automáticos refleja fielmente la dimensión de la revolución tecnológica vivida en las últimas cinco décadas. Aún más, estas máquinas han liderado en muchos casos la innovación que posteriormente ha adoptado la electrónica de consumo. Al afán por ofrecer nuevos y mejores servicios, se une la necesidad de adelantarse al discurrir de los delincuentes.
Del LCD a la Biometría
Uno de los fabricantes de cajeros líderes, la multinacional americana NCR, inventó por ejemplo la pantalla de cristal líquido (LCD), que hoy pueden encontrarse en todo tipo de dispositivos electrónicos y relojes digitales. Su fundador, John Henry Patterson, compró también la primera patente para cajas registradoras, pensadas para evitar que los empleados robaran al tendero. Tras su salida a Bolsa, en el año 1926, NCR llegó a ser la mayor empresa del mundo por capitalización.
"Hace treinta años ya trabajábamos con pantallas en color, y hace más de dos décadas que introdujimos las pantallas táctiles", comenta Diego Navarrete, vicepresidente para Europa de la división de Servicios Financieros de NCR.
La vida media de un cajero automático puede oscilar entre ocho y veinte años. Poco a poco, el parque se va renovando y adoptando novedades en cuanto a la conectividad y el acceso a distintos servicios digitales como la compra de entradas, las remesas o, incluso, la posibilidad de pedir cita con el médico.
La nueva familia de cajeros de NCR, SelfServ 80, incorpora una pantalla táctil con iconos -similar a las interfaces de dispositivos móviles-, es compatible con los pagos contactless y permite realizar videoconferencias con un agente de atención al cliente. En cuanto a la seguridad, elimina al máximo el relieve en la superficie del cajero, para evitar que los ladrones puedan colocar una pequeña cámara o clonar las tarjetas. Además, estas máquinas están preparadas para absorber el impacto de explosiones de gas, refuerzan las trampillas por las que sale el dinero, y su pantalla sólo puede verse desde el frente.
¿Lo próximo? En un futuro no muy lejano, se espera que los códigos PIN den paso a la biometría de huella dactilar, palma de la mano o rostro.
"Lo que empezó como un sencillo sistema de transacción de efectivo es, hoy en día, una plataforma indispensable que ayuda a los bancos a transformar sus oficinas y la experiencia de sus clientes", afirma Bill Nuti, presidente y consejero delegado de NCR. "El cajero automático se ha convertido en un puente capaz de unir los canales físicos y digitales y crear experiencias únicas para los consumidores a través de la conectividad".
Fuente: Expansion.com