Los intentos globales de regular el dinero digital se han acelerado en el último mes, desde que China prohibiera las ofertas iniciales de monedas (ICO por las siglas en inglés) y dispuso el cierre de todas las bolsas de criptomonedas.
Al menos otros 13 países han impuesto nuevas reglas o anunciado planes de endurecer las regulaciones, entre ellos Corea del Sur, que también prohibió las ICO. Ewald Nowotny, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, dijo la semana pasada que el banco analiza "restricciones legales concretas" a las ventas de monedas digitales.
Se trata de algo que los creadores del bitcoin, la moneda digital más conocida, ya veían venir y para lo cual estaban preparados. Dado que la moneda se basa en una red entre pares, los usuarios pueden comprar y vender monedas, y asegurar y perpetuar el sistema sin participación de gobiernos ni de bancos centrales. Tratar de controlarlo es "como tratar de atrapar el agua", dijo Slex Tapscott, máximo responsable de NextBlock Global, una firma de capital de riesgo que invierte en startups de blockchain.
Nueve años después de que un misterioso codificador conocido por el nombre de Satoshi Nakamoto lanzara el bitcoin al mundo, algunos lo consideran un uso revolucionario de la tecnología que resta poder a los gobiernos y se lo transfiere a las personas, como las cámaras de video en manos de activistas de derechos civiles o los medios sociales durante los levantamientos de la Primavera Árabe.
"A medida que las criptomonedas cobran mayor aceptación, aumenta su capacidad de socavar a los políticos", dijo Roger Ver, un inversor en bitcoin conocido como "el Jesús del bitcoin" por hacer proselitismo de la moneda digital en sus primeros días. "La invención del bitcoin es una de las tecnologías más liberadoras de la historia de la humanidad. Se equipara con la importancia de la invención de la imprenta o de internet".
Las monedas digitales viven en las computadoras y pueden ser propiedad de millones de personas en todo el mundo, se las compra y vende en sitios web, en MeetUps o en encuentros entre personas. Aunque no haya un cajero automático o un cambio cercanos, todo el que tenga acceso a internet puede comprar las monedas. También se las puede usar para comprar de todo, desde un sándwich hasta una alfombra o una casa o conservarlas como inversión.
Una inversión de 1.000 dólares en bitcoin realizada en 2012 tendría ahora un valor de aproximadamente 4,9 millones, y la cantidad de transacciones sigue aumentando. En el segundo trimestre, alcanzaron un promedio de alrededor de 291.000 por día en el caso de bitcoin y de casi el doble si se incluyen las otras principales criptomonedas, mientras que en 2013 el total era de unas 60.000 por día, según la firma de análisis CoinDesk.
Fuente: Economía Hoy, México