Los emprendedores están logrando convertirse en socios tecnológicos de estas instituciones para desarrollar soluciones.
Cuando los emprendedores requieren financiamiento para despegar con su empresa, por lo general recurren a inversores ángeles o fondos de inversión locales o internacionales. La opción de solicitar crédito en un banco no está entre sus planes. Eso se debe a que estas instituciones financieras otorgan financiamiento a pequeñas y medianas empresas (pymes) luego de analizar minuciosamente la trayectoria comercial y la forma de repago del préstamo, entre otras variables.
Sin embargo en los últimos años, bancos uruguayos han añadido opciones de financiación para empresas recién constituidas o los apoyan a través de mentorías y educación de ciertos aspectos financieros poco conocidos por los emprendedores.
Otra de las formas de acercarse a este ecosistema es a través de la realización de concursos o hackatones. Luego de presentadas las ideas o los emprendimientos, los bancos que organizan estas instancias otorgan un premio en efectivo y muchas veces, la solución tecnológica presentada por la fintech termina siendo utilizada por las instituciones.
Este es el caso del banco de origen brasileño Itaú, que en San Pablo cuenta con Cubo, un espacio de cowork e incubadora que acompaña proyectos de interés para la institución.
En Uruguay, el banco tiene varias asociaciones estratégicas con organizaciones de apoyo a emprendedores, entre ellas Sinergia, Endeavor y Más Emprendedoras, ya que desde la casa matriz hay "un impulso grande", según comentó la encargada de Marketing, Florencia Lecueder. Una vez que el emprendedor lanza su proyecto y se visualiza que es viable, el banco acompaña su desarrollo con el financiamiento inicial y con educación financiera.
Para el gerente de banca persona y comercios de Itaú, Ignacio Arechavaleta, el ecosistema emprendedor no es muy grande en Uruguay y por eso el interés de la institución no es "atraerlos como clientes". "La estrategia de estar en el ecosistema (emprendedor) pasa más por acercar el banco a la creación y a las cosas nuevas que están sucediendo en distintas fases del negocio, que a tener como objetivo captar a todos esos clientes emprendedores", indicó.
En 2016, Itaú organizó una hackatón en conjunto con Sinergia Cowork, en la que se plantearon diversas vías de desarrollo para que los emprendedores crearan un producto o solución específica. Dos de las tres startups premiadas se encuentran hoy trabajando en conjunto con la institución.
Por su parte, BBVA lleva adelante en Uruguay el programa Camino al éxito para fortalecer a 30 pymes en estrategia, negocio y liderazgo. Desde el banco informaron que se encuentran trabajando en acciones con foco en emprendimientos sociales, que darán a conocer a principios de 2018. Agregaron que hay empleados de BBVA que se desempeñan como voluntarios capacitadores y que realizan los talleres del programa de Educación Financiera BBVA a empresas clientes que los solicitan, desde hace más de cinco años.
Además, el banco organiza en Uruguay desde el año 2010 el BBVA Open Talent, una iniciativa del Grupo BBVA para fomentar el emprendimiento en empresas tecnológicas mediante el apoyo a proyectos innovadores. Este año se realizaron dos concursos en paralelo. Uno en el marco de la competencia Seedstars que busca a los mejores emprendedores en mercados emergentes, y otra instancia en la que se seleccionaban a las mejores startups en el sector fintech.
Bancos asesores
Desde hace más de diez años, Santander financia los centros de preincubación de la Universidad ORT, la Universidad Católica y la Universidad de la República (Udelar), dentro del programa Santander Universidades.
A través de acciones como el Elevator Day que se realizó este año, se dieron a conocer emprendimientos apoyados por las diferentes universidades ante autoridades del banco. Desde Santander se informó que el banco busca acercarse a los emprendedores, conocer en qué tipo de desarrollos trabajan y brindarles la posibilidad de intercambiar conocimientos y experiencias con profesionales de la institución.
Para Pymes, Santander cuenta con el programa Advance, que permite el acceso a crédito y ofrece instancias de capacitación y su red de clientes en todo el mundo para respaldar las intenciones de internacionalización. Otra de las herramientas que desarrolló el banco en Uruguay es Mi Proyecto, un préstamo de $ 100.000 a pequeñas empresas recién constituidas.
El gerente de negocios Pymes & Agro de Scotiabank, Alberto Noria, comentó que el punto clave para una pyme es el asesoramiento. "Cuando nos ponemos a conversar con algunas nos sentimos como banco asesor. En este segmento, el que viene a pedirte el crédito es el dueño del comercio o de la producción. Saben hacer su negocio pero no la forma de pedir crédito", explicó. La financiación se realiza a través del programa Crecimiento Pyme de Scotiabank y el análisis crediticio es caso a caso. "Cuando arranca una startup no es que sea mala, pero no tiene historia hacia atrás, tiene proyecciones. Hay que apoyarse más en la garantía al momento de otorgar un crédito", resumió.
Mientras tanto, el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), canaliza su apoyo al ecosistema emprendedor a través de la financiación que brinda a dos organizaciones especializadas.
Una de ellas es Empretec, un programa de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), creado en 1988 para promover el desarrollo integral del potencial emprendedor. Empretec apoya a los emprendedores a través de formación, consultoría y acompañamiento, para crear y consolidar empresas innovadoras y competitivas. En Uruguay es ejecutado por la Asociación Empretec Uruguay, cuyo directorio está presidido por la Cámara de Industrias y el BROU.
Además, el banco financia el Fondo Orestes Fiandra para empresas de mediano porte, de perï¬l innovador y con proyectos de expansión significativa. Este instrumento está dirigido a empresas que se encuentran en una etapa de desarrollo y que demuestran liderazgo acorde a los desafíos de la propuesta. A partir de un proceso de evaluación de propuestas se aprueba un monto de crédito y las condiciones de repago específicas para el caso, según informaron desde la institución.
Banque Heritage señaló que apoya instituciones de emprendedores con esponsoreo de actividades concretas, pero no otorga financiamiento.
Partner de innovación
En setiembre de 2016 se desarrolló la primera edición de la Hackatón Itaú, en la que se buscaba que se presentaran soluciones para el banco en base a premisas planteadas para mejorar la atención al cliente. Uno de los participantes fue el equipo conformado por los socios de la startup Kona, especializada en el desarrollo de soluciones para el sector financiero.
Su idea resultó la ganadora: se trató de un chatbot de atención al público, un "ejecutivo de cuentas virtual". Como premio, el equipo recibió US$ 3.000 y además, Itaú adquirió la idea, que se transformó en un producto de asistencia virtual a usuarios que en la actualidad se encuentra disponible en una versión de prueba en la página web del banco. "Trabajamos durante varios meses; es una tecnología nueva. El producto está en un ambiente controlado para evaluar qué puede responder el bot y qué no", explicó el CEO de Kona, Diego Cibils.
Al haber desarrollado un chatbot financiero, otros bancos quisieron innovar con soluciones tecnológicas, como Santander y Scotiabank, que se convirtieron en "partners" de Kona. "Estamos trabajando con instituciones tradicionales como los bancos, que a veces solo le compran tecnología a empresas históricas", indicó Cibils. Para el cofundador de Kona, estas organizaciones se están animando a probar cosas nuevas. "Ha cambiado el sistema de a quién le compran los bancos y eso para las startups es buenísimo", apuntó.
Ese es justamente el motivo detrás de la realización de competencias o hackatones. "El banco tiene lineamientos en mejoras de distintas cuestiones, tiene que innovar. Lo que hace es organizar competencias en donde se exponen problemáticas, las startups compiten, se les da un premio, y adoptan la mejor idea", explicó el emprendedor. Añadió que esto permite a los bancos innovar "en un lugar descontaminado". "Tienen a las startups innovando para ellos, por fuera de la estructura del banco. Eso es lo interesante. Lo hacen desde un lugar súper alejado de las dinámicas del mercado y la burocracia", dijo.
Algunos bancos cuentan con áreas de innovación, que trabajan codo a codo con emprendedores. "Cuando hablamos con ellos (área de innovación) es como hablar con uno de los nuestros. Entonces se vuelve muy fácil el proceso de desarrollo del producto", sintetizó.
Por otra parte, la billetera móvil Dimo (ex Qoollet), fue la ganadora de la versión local del último BBVA Open Talent en la categoría fintech. Además de los 1.000 euros que recibió el equipo, el cofundador de Dimo, Andrés Levin, viajó a España y se reunió con directivos de BBVA para "pensar soluciones en conjunto".
"Eso tiene grandes chances de abrir puertas, pero son procesos lentos. Lo importante es la buena voluntad del banco de integrarse con fintech, que le dan la agilidad que no tiene esta institución", agregó el emprendedor. La idea es implementar con BBVA un piloto exploratorio en algún país de América Latina exceptuando Uruguay, aunque aún no hay nada concreto. "A nivel mundial los bancos que están innovando más rápido y mejor son los que toman esa estrategia de absorber una startup para innovar", resumió.
Incubadora y nuevos negocios
Itaú tiene en Brasil el cowork e incubadora Cubo. Los residentes de Cubo cuentan con el apoyo de mentores expertos en diversos temas y una plataforma de eventos que prevé workshops, charlas y otras acciones dirigidas a emprendedores e interesados del sector. Actualmente, 56 startups de diferentes segmentos se encuentran en el espacio del Cubo en San Pablo. Uno de los posibles premios para quien ganara la hackatón de Itaú en Uruguay era llevar al equipo a incubarse allí.
Más allá de que esto finalmente no se hizo, en el futuro los emprendedores uruguayos podrán acceder a esta organización, según confirmó la encargada de Marketing de Itaú, Florencia Lecueder.
Fuente: El Observador, Uruguay