Conforme crece el número de usuarios de banca móvil, este segmento se vuelve más apetitoso también para la delincuencia.

 

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en el 2017 se registraron 14.4 millones de contratos de banca móvil, 18% más que un año antes.

 

Sin embargo, el número de posibles fraudes por este canal también creció de forma importante, en el 2016 se registraron 20,465 reclamos de este tipo, para enero-septiembre del 2017 la cifra ascendió a 39,773; es decir, 93% más.

 

Esta cifra aún es baja si se compara con 2.4 millones de fraudes que en el mismo periodo se registraron a través de comercio electrónico, 1.6 millones en terminales puntos de venta, 538,000 en comercio por teléfono y 166,000 en cajeros automáticos.

 

En el 2012, según la Condusef, sólo se presentaron 452 quejas por posible fraude a través de banca móvil; en el 2013 la cifra ascendió a 1,020; en el 2014, a 2,442; en el 2015 bajó a 1,502, y a partir del 2016 repuntó de forma importante hasta alcanzar las casi 40,000 en los primeros tres trimestres del 2017.

 

En este tipo de casos, el usuario principalmente reclama no haber realizado el retiro de dinero a través de la  banca móvil.

 

MODUS OPERANDI

La Condusef detalla que los tipos de fraude más recurrentes en banca móvil son el llamado vishing telefónico, el cual se trata de un mensaje de texto enviado en donde se informa al usuario que tiene cargos en una de sus cuentas, para después recibir una llamada supuestamente para retirarlos, pero en realidad le llega otro mensaje con un folio y una liga de un portal falso.

 

Ahí, el cliente ingresa datos como el número de teléfono celular, correo electrónico, número de tarjeta, NIP y código de seguridad y es cuando se produce el delito al pedirse créditos hasta vaciar la cuenta.

 

Otro es la descarga de la app. Aquí el delincuente baja la aplicación móvil de la víctima e ingresa los datos confidenciales de acceso para generar el fraude, y uno más de los principales es el llamado smishing, estafa en la cual, por medio de mensajes SMS, se solicitan datos o se pide que se llame a un número.

 

LOS DAÑOS

Cifras de la Condusef refieren que en el 2017 el monto reclamado por posibles fraudes en banca móvil ascendió a 569 millones de pesos (en el 2016 fue de 260 millones), y el monto abonado por las instituciones financieras era de apenas 25 millones de pesos (5% del total).

 

El número de personas afectadas ascendía el año pasado a 16,614 contra 8,651 del 2016.

 

SUGERENCIAS A LA BANCA

A la Condusef le preocupa el incremento importante que se ha venido registrando en posibles fraudes a través de la banca móvil, por lo que considera que el sector debe tomar medidas adicionales para inhibir esta problemática.

 

Mario Di Costanzo, presidente del organismo, ha sugerido, por ejemplo que los bancos informen a los clientes de los números telefónicos a través de los cuales la institución financiera podría tener comunicación con los usuarios (ya sea a través de mensajes SMS o llamadas) y así detectar cualquier número ajeno a la entidad.

 

El funcionario ha dicho que si el sector bancario quiere impulsar el uso de banca móvil en el país, el incremento importante en el número de quejas no es un buen mensaje para la población y provocaría un efecto contrario.

 

Fuente: Condusef