Un reporte global, The Cashless Journey de MasterCard, revela la posición de Colombia con relación a las diferentes formas de pago de sus compras con respecto a otras economías en el mundo.
En el estudio se destaca que en el país los pagos en efectivo conforman más del 95% del volumen de todos los pagos de los consumidores, y más del 75% de estos últimos, representan pagos por valores elevados. Esto evidencia que incluso los pagos cuantiosos de los consumidores (por ejemplo, compras de electrodomésticos o automóviles) con frecuencia se siguen haciendo en efectivo.
El estudio incluye a cuatro países de América Latina – Brasil, México, Colombia y Perú, y revela que los dos primeros se encuentran en medio de la transición hacia una sociedad sin efectivo (57% de la transacciones se hacen en efectivo en Brasil y en México 53%). Mientras tanto Colombia (24%) y Perú (22%) apenas comienzan su trayectoria hacia el desplazamiento del efectivo, confrontando en ambos casos desafíos similares en temas como la inclusión financiera y una economía predominantemente informal.
El estudio, elaborado por MasterCard Advisors, evidencia que en Colombia hay una necesidad de invertir en la infraestructura de pagos electrónicos para llegar a los niveles de aceptación que existen en Brasil y México, pero deben continuar su enfoque en la educación e inclusión financiera para acelerar el avance.
El estudio identifica además factores clave que impulsan el desplazamiento del efectivo en estos países tales como nuevas tecnologías, impulso gubernamental y preferencias del consumidor. Esta transición crea modelos económicos más productivos e inclusivos.
“Colombia va por muy buen camino y cada vez es mayor la aceptación de pagos electrónicos y el convencimiento por parte de comercios y consumidores acerca de las ventajas y beneficios de estos pagos. Esto definitivamente es un paso hacia delante”, indica Francis Hondal, Vicepresidente Ejecutiva de Productos y Soluciones Globales para la región de América Latina y el Caribe de MasterCard.
La investigación de MasterCard Advisors también señala que el nivel de preparación de un país para progresar hacia un modelo sin efectivo es determinado por factores tales como acceso y asequibilidad de los servicios financieros; la magnitud y la participación en el mercado de los comercios minoristas; la tecnología que esté disponible y la participación del consumidor en la economía formal.
“Mientras que la transición de cada nación es única y requiere una comprensión de la realidad local, los beneficios que acompañan a un modelo social con un sistema de pago sin uso de efectivo son universales: más comodidad para los consumidores, mayor eficiencia en las estructuras gubernamentales, mayor productividad para los negocios e inclusión financiera más amplia para la sociedad en conjunto al integrar a más ciudadanos en la economía formal”, concluye Kevin Stanton, Presidente de MasterCard Advisors.
Fuente: LaNotaDigital.com