Según informó la entidad este lunes, el proyecto, denominado 'Morella Cashless City' y realizado en colaboración con el Ayuntamiento de Morella y Visa, fomentará el uso de pagos sin uso de metálico "en todo tipo de sectores, incluidos los pagos en las máquinas de 'vending', el pago digital de las tasas públicas, los accesos a museos, la entrada al castillo de Morella y para el transporte interurbano".
 

Para conseguir este objetivo, los ciudadanos contarán con todos los medios y la información para poder utilizar sus medios de pago digitales, sea cual sea su entidad financiera de referencia, en sus compras diarias.
 

La iniciativa fue inaugurada este lunes con un acto en Morella en el que participaron el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés; un representante de la Asociación de Empresarios Turísticos de Morella i Comaraca, Javier Amela, y el director territorial de CaixaBank en la Comunidad Valenciana, Xicu Costa.
 

Costa señaló que "se trata de una de las experiencias más ambiciosas que CaixaBank ha impulsado en España en los últimos años para difundir el uso del pago digital y, al mismo tiempo, apoyar el comercio de proximidad. La innovación digital tiene mucho que aportar al pequeño comercio y a las pymes, y en CaixaBank trabajamos para que las nuevas tecnologías puedan beneficiar a todas las empresas, sea cual sea su tamaño, y a los consumidores".
 

Por su parte, Ximo Puig aseguró que "esta iniciativa se adelanta a lo que ya es una realidad en algunos países como Suecia en materia de transacciones económicas sin dinero en metálico y ayuda de forma decidida a evitar la exclusión financiera que se cierne sobre pequeños municipios del interior".
 

Según detalló CaixaBank citando datos del Banco de España, las operaciones con tarjeta crecieron un 12,6% en 2017 respecto al año anterior y alcanzaron un importe total de 135.246 millones de euros. Sin embargo, los índices de pago digital en España (24,2%) se encuentran lejos de las más avanzadas de Europa, ya que en Suecia, según datos del banco central de dicho país, el 85% de las compras se pagaron con tarjeta en 2016 y dos de cada tres consumidores aseguran que nunca utilizan el efectivo.
 

Fuente: El Economista