Serán cajeros no bancarios y estarán desde mediados de año en todo el país alcanzando farmacias, estaciones de servicios y otros tipos de comercios.
Uno de los desafíos que afronta el país es la baja tasa de cajeros en relación a su población. Según los estándares de bancarización internacional, en Argentina debiera de haber más de 50 mil cajeros, cifra muy distante a los 15 mil que operan en la actualidad.
Sin embargo, a partir de julio una empresa estadounidense (Odyssey Group) la cual es liderada por un argentino, comenzará a instalar cajeros no bancarios en cadenas de supermercados, farmacias, hoteles, cooperativas de crédito, estaciones de servicio, y hasta heladerías y kioscos de la Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y algunas ciudades del Interior.
La incursión de nuevos players fue posible luego de que en mayo pasado el Banco Central diera luz verde a la instalación de ATMs no bancarios. Posteriormente, el BCRA desreguló el mercado y ahora todas las entidades deberán interconectar sus cuentas y tarjetas de débito con las nuevas redes que desembarquen en el mercado.
Desde la empresa a cargo que instalará las nuevas terminales, advierten la necesidad de hacer eficiente la distribución del efectivo porque "si la masa de dinero que hoy está en los supermercados estuviera en los cajeros habría más personas bancarizadas y tributarían".
No solo nuevos players potenciarán el mercado. Tanto Link como Banelco tienen planes de profundizar la instalación de terminales a lo largo y ancho del país, lo que en definitiva, repercutiría en una mejora sustancial del servicio a nivel general.