Los medios de pago ganan en complejidad y dinamismo conforme nuevas tecnologías, players y regulaciones precipitan la innovación y el cambio. La entrada de las Big Tech y el crecimiento de las Fintechs propicia un escenario de mayor competencia, pero también ofrece oportunidades para la creación de nuevos ecosistemas. Las nuevas tecnologías generan disrupción al tiempo que plantean grandes retos estratégicos. Las entidades tradicionales afrontan cada vez más nuevos desafíos en términos de regulación, a la vez que la tendencia a la apertura les permite apalancarse en las oportunidades que ofrece este nuevo escenario.
 

Es importante, además, destacar que la estructura del mercado de adquirencia local se ha caracterizado por la existencia de uno o dos actores únicos, generalmente participados por los propios bancos, que ofrecen los servicios de procesamiento de pagos con tarjetas y adquirencia a los comercios, o de diferentes redes de adquirencia que operan en régimen de exclusividad para una marca de tarjetas. 
 

Cualquiera que sea el caso, la falta de elección por parte del comercio entre diferentes alternativas repercute en la capacidad de innovación y calidad del servicio, además de incrementar el coste derivado de comisiones por transacción más elevadas, por no mencionar la necesidad de contratar a cada uno de estos adquirentes.
 

Sin embargo, hablamos de modelos de adquirencia cada vez menos frecuentes a nivel internacional a favor de otros más competitivos, tanto en tecnología como en servicios ofertados, organizados en torno a la multiadquirencia y que permiten al comercio aceptar el conjunto de medios de pago electrónicos con independencia que quién procese los pagos.
 

Una apertura de la adquirencia que estimula significativamente las condiciones de competencia en los mercados de las tarjetas de débito, crédito y prepago. El ingreso de nuevos actores propicia precisamente la innovación tecnológica en nuevas formas de pago y la creación de nuevos servicios de valor agregado para el comercio. 
 

Y con ello, la oportunidad derivada de una mayor participación por parte de las entidades financieras en un negocio, el adquirente, con una perspectiva prometedora de crecimiento tras evidenciar numerosos indicadores el abandono del efectivo en estos momentos. A lo que se suma una mejora de costes en la operativa y la explotación de nuevas fuentes de ingresos asociadas a estos servicios de valor añadido como son la financiación en el punto de venta, la fidelización, el pago móvil QR, o el cross-selling de otros productos tales como líneas de crédito o seguros.
 

Además, no sólo se simplifica el procesamiento de los pagos al interactuar con un único adquirente, y no con varios, sino que también fomenta una mayor aceptación de los medios de pago electrónicos, que a su vez es un incentivo para que los bancos incorporen nuevos comercios al sistema. De este modo, los comercios tienen a su alcance mejores comisiones, mayor financiamiento, nueva tecnología y servicios, trasladando la ventaja al cliente final con más opciones de pago y financiación al consumo. 

Las entidades deben apalancarse en la innovación tecnológica para explotar este nuevo modelo de adquirencia
 

Desde un punto de vista estratégico, las entidades deben contar con soluciones que les permitan orquestar diferentes casos de uso de forma colaborativa, conectando diferentes elementos propios y de terceros de forma ágil, rápida y flexible. 
 

Especialmente en un momento en el que resulta cada vez más complejo diferenciar qué es un medio de pago y en el que la convergencia entre las diferentes formas de pago se adecúa a las necesidades y experiencias de compra del consumidor en el comercio, quién adapta su propuesta de valor en la aceptación de los pagos.
 

La esencia del negocio de las entidades, no sólo se mantiene, sino que debe apalancarse en tres drivers: 
 

    • Más adquirencia con independencia del medio de pago.

    • Más financiación y servicios de pago al cliente.

    • Más datos para capturar la experiencia del usuario y la monetización del dato.

 

Minsait Payments dota a las entidades financieras de una adquirencia plenamente digital a través de su plataforma Payments Acquiring. 
 

La lucha por el liderazgo afecta a todos los procesos de negocio end-to-end, haciendo relevantes todos los planos del journey de cliente y la cadena de valor aportando soluciones flexibles y verticalizadas que se adapten.
 

Minsait Payments cuenta con toda la capacidad para que las entidades financieras potencien su rol adquirente y ofrezcan un servicio diferencial a sus comercios. La cobertura funcional, la flexibilidad y capacidad de integración, y la innovación permanente forman parte de su ADN.
 

Así, una entidad financiera:
 

    • Dispondrá de herramientas para administrar el ciclo de vida del comercio, segmentando productos comerciales de acuerdo a su visión de mercado y target de clientes, apoyado con una potente analítica que genera indicadores descriptivos y evoluciona constantemente hacia indicadores predictivos como ayuda a la toma de decisiones.

    • Gestionará el proceso de facturación y abono, optimizando su tesorería y controlando su contabilidad.

    • Conectará a través del switch los diferentes canales transaccionales con las principales redes y esquemas de pago.

    • Creará nuevos ecosistemas innovadores y de alto valor mediante softPOS (solución que permite a cualquier celular comportarse como un POS), pagos QR, programas de fidelización, entre otros.
 

De este modo, Payments Acquiring y su HUB de procesamiento se construyen bajo la premisa de dotar a las entidades financieras de una adquirencia plenamente digital