España: los pagos digitales podrían incrementar la recaudación fiscal significativamente
4 de Marzo, 2021 - España
Pese a que España se encuentra muy bien posicionada en términos de infraestructuras de pago y cobro digital, el uso de medios de pago digitales se encuentra muy por debajo de los países más avanzados de la Unión Europea.
El aprovechamiento de las capacidades de las infraestructuras de pagos digitales impulsaría la economía española y supondría un impacto económico en términos de recaudación fiscal de entre 16.000 y 32.000 millones de euros anuales.
Así lo recoge el Informe de “Digitalización de los medios de pago en España: desafíos y oportunidades 2021”, elaborado por Payment Innovation Hub junto con AFI en colaboración con CaixaBank, Visa y Samsung. Este informe persigue abrir un diálogo sobre la concepción de iniciativas de política pública que impulsen la adopción de los pagos digitales en España, así como detectar los desafíos y oportunidades que la transición del efectivo hacia los pagos digitales ofrece.
Aunque la crisis sanitaria de la COVID-19 ha provocado de forma indirecta, por primera vez, un cambio de hábitos a favor de la digitalización de los pagos, el uso del dinero en efectivo, a pesar de mostrar una tendencia decreciente, sigue siendo el medio de pago más utilizado en España.
Para analizar todo ello, el Payment Innovation Hub y Afi llevan meses recopilando y analizando datos con expertos de CaixaBank, Visa y Samsung para elaborar un estudio cuyas principales conclusiones hace públicas en un evento online. El informe persigue proporcionar referencias de acciones de políticas públicas internacionales susceptibles de adaptación en España, como guía para fomentar un ecosistema de pagos digitales modernos, seguros y eficientes. Para Silvia Garcia, Directora de comunicación del Payment Innovation Hub, la promoción de los medios de pago digitales es clave para su progreso: “Las ventajas relativas al avance de la digitalización de los pagos aportaría una mayor eficiencia de los recursos para reducir el tamaño de la economía sumergida, mejorar la cantidad y calidad de la información para la toma de decisiones y dinamizar la economía.”
Para Verónica López, Consultora de Afi, destaca que el pago digital está aún lejos de ser tan conveniente para todas las partes como lo es el aún hoy en España el pago en efectivo: “Entre todos debemos procurar que el pago digital sea de acceso y uso universal, el utilizado por defecto; para ello su disponibilidad, asequibilidad y facilidad de uso ha de estar garantizada, comenzando por las administraciones públicas que son verdaderos agentes de cambio”.
Durante 2019, se registraron 86 millones de tarjetas en circulación en España, que en términos per cápita (1,8) se sitúa ligeramente por encima del promedio de la eurozona (1,7). España también se sitúa en equipamiento de terminales en punto de venta por encima del promedio europeo. No obstante, pese a esta óptima infraestructura, el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado, aunque su peso se ha reducido en los últimos años. En esta línea, el efectivo representó el 83% del total de transacciones de pago en puntos de venta y el 66% de su valor en 2019, muy por encima del conjunto de la eurozona, donde representan el 73% en volumen y 43% en valor, según datos del Banco Central Europeo.
Estos datos revelan que, a pesar de contar con la infraestructura propicia, existe recorrido para un mayor aprovechamiento de dichos equipamientos y que, además, existen factores comportamentales, derivados de la percepción errónea sobre los supuestos costes de los medios de pago digitales, que desincentivan el uso cotidiano de los pagos digitales, especialmente para operaciones de bajo importe. Desde la perspectiva de las preferencias, sin embargo, casi nueve de cada diez ciudadanos declara preferir pagar de forma digital para evitar desplazamientos o gestiones presenciales, así como por la rapidez.
Para Eduardo Prieto, Director General de Visa en España: “Este informe evidencia que España tiene un amplio margen para incrementar la adopción de los pagos digitales, lo que a su vez se traduciría en una enorme oportunidad para toda la sociedad en avance en la digitalización de las administraciones públicas y de la economía en su conjunto. En este aspecto, garantizar la seguridad de los pagos y la protección de los usuarios son claves para incentivar su uso entre los consumidores, donde actores como Visa tenemos la capacidad de ofrecer la red más segura y resiliente para que esos pagos se produzcan con éxito en cualquier momento y lugar”.
Para Enric Fernández, Economista Jefe de CaixaBank, “la COVID-19 ha acelerado distintas tendencias que ya estaban en marcha: entre ellas, el crecimiento de los pagos digitales. Por un lado, por la aceleración del e-commerce; por otro, porque la conveniencia de un medio de pago limpio, seguro y conveniente ha ayudado a vencer las reticencias de algunos comercios a aceptar el pago con tarjeta. Asimismo, muchos consumidores que no se planteaban el pago con tarjetas de transacciones de pequeño importe ahora sí lo hacen”. “La pandemia, en definitiva, ha roto inercias que ralentizaban el crecimiento de los medios de pago digitales”, ha concluido Enric. “Del mismo modo, los pagos digitales tienen beneficios micro, en términos de comodidad y conveniencia para los usuarios, y beneficios macro, porque permiten reducir los recursos dedicados a la gestión del efectivo y ayudan a combatir la evasión fiscal”, ha añadido.
“Dos elementos fundamentales en la digitalización de los medios de pago son la conectividad y la seguridad. La ubicuidad de los dispositivos móviles, unida a la conectividad que representa el despliegue en España de las redes 5G y a la seguridad que proporcionan los teléfonos dotados de herramientas de protección como Knox y certificaciones de seguridad por parte de administraciones públicas, representan la mejor herramienta de aceleración para los pagos digitales”, señala David Alonso, Director de Empresas de Samsung Iberia. “Además, a ello se suman las soluciones de identidad digital integradas en dispositivos móviles, un área de incipiente desarrollo que contribuirá a incrementar la usabilidad y seguridad de los pagos digitales”, añade.
La investigación realizada modela el potencial camino por recorrer para que España avance en la digitalización de los pagos. A continuación, se recogen las principales conclusiones extraídas del informe “Digitalización de los medios de pago en España: desafíos y oportunidades 2021”:
A la vanguardia de un marco regulatorio que fomente la digitalización de los medios de pago en España
Teniendo en cuenta el recorrido de España y el de otros países europeos, se concluye que las medidas más adecuadas no deben estar enfocadas a la limitación del uso del dinero en efectivo, sino a incentivar y motivar la adopción y uso de medios de pago digitales alternativos al efectivo, situándolos en una posición de igualdad en términos de aceptación. Analizando el impacto económico en términos de recaudación fiscal basada en los principales focos o fuentes de actividad sumergida en España arroja una renuncia de entre 16.000 y 32.000 millones de euros anuales. Varios países europeos analizados ya han adoptado medidas para promover la digitalización de los pagos. A modo de ejemplo, el informe recoge el plan Cashless desarrollado por el Gobierno italiano, además de los incentivos fiscales y monetarios al pago digital aplicados en Grecia, Francia, Dinamarca e Irlanda, entre otros.
Oportunidades en los medios de pago dentro de las administraciones públicas
Fruto del análisis de todas las modalidades de cobro y pago que brindan las Administraciones Públicas, la opción generalizada son los cargos en cuenta y/o domiciliaciones tanto en el Estado como en las Comunidades Autónomas. Además, el pago digital con tarjeta es posible para una mayoría de impuestos, tasas y precios públicos en 8 de las 17 CCAA de España. Desde la perspectiva de los ciudadanos, dos de cada tres particulares prefieren usar formas de pago telemáticas en lugar de proceder de forma presencial a la oficina bancaria o en la propia administración pública. Adicionalmente, los métodos de pago más habituales de autónomos y microempresas para recibir cobros, dos tercios declara recibirlos mediante transferencias bancarias, el 41% en efectivo, un 36% a través de domiciliación bancaria y un cuarto mediante tarjetas de crédito o débito. La valoración mayoritaria de los medios de pago puestos a disposición por las AA.PP. para recibir cobros se decanta por considerarlos limitados, lentos, complejos e incómodos. Una evidencia de las oportunidades y ventajas que los pagos digitales ofrecen para fomentar la innovación en el sector público.
En el contexto actual de la pandemia y en lo que respecta a los desembolsos de las AA.PP. hacia los ciudadanos, el informe concluye que sería positivo explorar otras vías más allá de las transferencias en cuenta para el desembolso de ayudas sociales, como programas basados en tarjetas que permiten una rápida distribución, incrementando la transparencia de los desembolsos y posterior evaluación por parte de las agencias públicas del éxito de los programas.
Fuente: Samsung
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