Santander espera triplicar los ingresos de su negocio de pagos PagoNxt hasta alcanzar alrededor de 1.000 millones de euros en los próximos años, ya que se está movilizando para competir con los principales actores del sector, como Apple Pay y Stripe.
El mayor banco español está apuntando a los pagos como parte de una estrategia más amplia para reforzar su valoración en el mercado, en un momento en el que su actividad tradicional de préstamos se ha visto obstaculizada por los bajos tipos de interés y las empresas tecnológicas se están introduciendo en otras áreas de los servicios financieros.
"En cinco años habrá diez, tal vez quince plataformas de pago globales, la mitad de ellas serán bancos y la otra mitad no bancos, JP Morgan y nosotros (Santander) seremos uno de ellos", dijo la presidenta ejecutiva Ana Botín a Reuters en una entrevista.
El Santander agrupó sus negocios de pagos al consumidor, comerciantes y comercio en "PagoNxt" el pasado mes de septiembre, en un intento por establecer una marca de tecnología financiera diferenciada de su núcleo bancario.
Además, a finales del año pasado compró los activos tecnológicos de la desaparecida empresa alemana Wirecard para ampliar su negocio de pagos en Europa. Según McKinsey, el sector de los pagos fue uno de los que mejores resultados obtuvo en 2020 en el ámbito de servicios financieros, ya que la pandemia de coronavirus impulsó el aumento del comercio electrónico.
La empresa de datos de mercado Statista prevé que el valor total de las transacciones en pagos digitales alcance los 10,52 billones de dólares en 2025, frente a los 6,69 billones previstos en 2021.
Frank D'Souza, asesor estratégico del negocio de pagos del Santander, dijo que espera que los ingresos de PagoNxt aumenten desde los 360 millones de euros en 2020 hasta los 1.000 millones de euros a medio plazo.
Las valoraciones de las empresas de pagos se han disparado en el último año, con PayPal PYPL.O superando a comienzos de este año el valor de mercado de Bank of America BAC.N, que es el segundo mayor banco de Estados Unidos, mientras que la última valoración de Stripe, que ascendió a 95.000 millones de dólares en marzo, la situó brevemente por delante de Goldman Sachs GS.N.
Botín dijo que el crecimiento de un negocio de pagos exitoso debería favorecer su estrategia de aumentar su valoración de 57.320 millones de euros.
Actualmente, Santander cotiza con un descuento del 30% respecto a su valor contable, es decir, 0,7 veces su precio respecto a su valor contable, ligeramente por encima de la media de 0,65 veces que presentan los bancos europeos del índice europeo STOXX 600 .SX7P, según Refinitiv.
"DESIGUALDAD DE CONDICIONES"
Botín dijo en una videollamada que Santander consideraría la posibilidad de sacar a bolsa PagoNxt, pero no tiene "ningún plan para ello en este momento".
Sin embargo, la unidad brasileña del banco está planeando la salida a bolsa del 10% de su división de pagos GetNet para ayudar a integrarla en el negocio más amplio de PagoNxt.
Botín y D'Souza dijeron que PagoNxt tiene previsto seguir invirtiendo en sus actividades comerciales, mercantiles y de consumo, incorporando personal y realizando pequeñas adquisiciones.
Sin embargo, el Santander se enfrentará a una serie de competidores, ya que las empresas tecnológicas, desde Apple y Google hasta los especialistas en pagos PayPal y Stripe, son cada vez más grandes.
Botín afirma que uno de los principales obstáculos para los bancos es la "desigualdad de condiciones" en lo que respecta a la supervisión reglamentaria.
La supervisión de las empresas financieras no bancarias está siendo objeto de escrutinio tras la implosión de Wirecard el año pasado y las perturbaciones que sufrieron plataformas de negociación como Robinhood en momentos de intensa negociación en los mercados a principios de 2021.
"Todos estos incidentes están demostrando que hay un riesgo sistémico, hay un impacto en el consumidor", dijo Botín.
Renovó un llamamiento a los competidores tecnológicos para que compartan los datos generados por los clientes con los bancos, de la misma manera que los bancos están obligados a compartir los datos en virtud de las normas europeas de "banca abierta".
"Nosotros publicamos nuestros datos, por lo que todo el mundo debería publicar los suyos, porque la banca ya no es lo que era, la banca es de pagos, es de datos", dijo Botín.
Fuente: Reuters
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