Al parecer, estos sistemas de pagos digitales estarían siendo investigados por no estar regulados de forma oficial. Esta posible nueva revisión de ley serviría para evitar el monopolio de las empresas tecnológicas frente los servicios tradicionales o de los propios bancos del país.
 

El tesorero del gobierno de Australia Josh Frydenberg, comentó en el medio Australian Financial Review, que tomarían en cuenta estas peticiones de los líderes políticos del país:
 

“si no hacemos nada para reformar el marco actual, será Silicon Valley solo el que determinará el futuro de nuestro sistema de pagos. Actualmente y teniendo en cuenta las leyes actuales del país, Apple Pay no está clasificado como sistemas de pago oficial lo que lo coloca fuera de las regulaciones de pagos digitales existentes”.

 

Algunos bancos australianos ya han levantado la vos, tal es el caso del Banco de Reserva de Australia o el Banco de la Commonwealth. Ambas instituciones mostraron hace un tiempo su preocupación por el crecimiento de las billeteras digitales y la escasa regulación para su funcionamiento en el país. 

 

Ya ocurrió a principios de este año, que un comité parlamentario australiano consideró obligar a Apple a abrir el chip NFC del iPhone para admitir sistemas de pago de terceros en un esfuerzo por promover la competencia en este servicio. 

 

Si esto finalmente ocurre, se sentaría un precedente para que otros mercados sigan este ejemplo y rompan con el modelo de negocio de Apple.