El reciente estudio “Global Cards Data and Forecasts to 2026” de RBR demuestra que la cantidad de compras sin contacto aumentó en un 36 % en 2020.

Muchos consumidores conscientes se inclinaron hacia los métodos de pago sin contacto durante la pandemia para minimizar el contacto con las terminales EFTPOS; esto también fue ampliamente alentado por las empresas y minoristas.

Asimismo, algunos gobiernos, entre ellos Reino Unido, República Checa y Países Bajos, elevaron el límite de pagos sin PIN, lo que facilitó aún más el gasto sin contacto.

En este sentido, RBR pronostica que la cantidad de compras con tarjeta sin contacto aumentará en un 23 % por año en promedio, alcanzando más de 500 mil millones para 2026.

Algunos reguladores e instituciones financieras consideran que la tecnología sin contacto es clave para avanzar en el alejamiento del efectivo. Los consumidores ya eligen usar tarjetas sin contacto para muchas compras diarias de bajo valor que antes habrían hecho con efectivo. En China, el banco central ordenó que todas las tarjetas nuevas se emitan sin contacto para acelerar la adopción de pagos sin efectivo.

La investigación de RBR revela además, que el uso de tarjetas sin contacto está más establecido en Europa, donde se registra el promedio más alto de compras sin contacto por tarjeta.

Se prevé que el 81 % de todas las tarjetas sean sin contacto en 2026. El crecimiento más rápido en tarjetas sin contacto se producirá en las Américas. Anteriormente, la emisión había sido lenta en muchos países de esta región, pero el panorama cambió en 2020 cuando, tanto en Brasil como en México, los números de tarjetas sin contacto casi se triplicaron a medida que los bancos y las fintech aumentaron su actividad.

Sin embargo, las tarjetas sin contacto pueden tener dificultades para ganar impulso en países con métodos de pago sin contacto alternativos establecidos, como Indonesia, donde los pagos con códigos QR se utilizan ampliamente y hasta ahora la adopción de tarjetas sin contacto ha sido lenta.

“Los emisores recibieron rápidamente el mensaje durante la pandemia de que la demanda de tarjetas sin contacto estaba aumentando a medida que cambiaban los hábitos de los clientes. En 2020, las tarjetas sin contacto recibieron el impulso adicional que necesitaban para extender su alcance a todos los segmentos de clientes y regiones, una tendencia que continuará con el tiempo”, explicó Daniel Dawson, quien dirigió el estudio Global Cards Data and Forecasts to 2026 de RBR.