Se trata del Sistema Nacional de Tarjetas de Pago, conocido por sus iniciales rusas Nspk, que respalda las transacciones con tarjetas en Rusia, tras la salida de Visa y Mastercard.

Asimismo, ese sistema de pagos lanzó la compañía de tarjetas Mir, que lleva más de 100 millones de plásticos colocados en Rusia, según medios internacionales.

Ni bien las emisoras de tarjetas norteamericanas afirmaron que suspendían sus operaciones, desde Mir aclararon: “Hasta el vencimiento de su validez, los titulares de tarjetas Visa y Mastercard tienen acceso a todos los fondos en sus cuentas, así como a todas las transacciones de pago habituales: pagar compras, transferir fondos de tarjeta a tarjeta, retirar efectivo”.

El principal problema para la población rusa es a la hora de intentar realizar pagos internacionales, ya que sus tarjetas no pueden operar en el exterior, salvo en algunas excepciones.

Por el momento, las tarjetas de Mir solo son aceptadas en unos pocos países, entre los que se encuentran: Turquía, Vietnam, Armenia, Bielorrusia, Chipre, Emiratos Árabes Unidos, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistan.

Rusia estaría buscando que Mir tenga más aceptación y para eso negocia con países aliados como India, China, e incluso Venezuela e Irán serían otros en usar ese sello.