Con investigaciones recientes que indican que el crecimiento económico es más lento para las sociedades que dependen del efectivo que para aquellas que migran a los pagos digitales, la guerra contra el efectivo en la región está tomando mayor prioridad que nunca.

Las pequeñas y medianas empresas en Brasil (PYMES) han sido desatendidas por los bancos heredados, dejando espacio para opciones de pago alternativas. Así lo afirmó Luis Silva, Fundador y Director Ejecutivo del proveedor de redes de pago CloudWalk, según medios internacionales.

Si bien la pandemia ha jugado un papel importante en la migración de los consumidores dependientes del efectivo al mundo digital, muchos mercados latinoamericanos aún buscan moverse más digitalmente para proteger el crecimiento económico. México es uno de esos países.

Antes de la pandemia, el 93% de la población mexicana usaba el efectivo como principal medio de pago, pero al cierre de 2020 esa cifra era del 86%. Los consumidores mexicanos dependían principalmente de las tarjetas de débito para las transacciones en línea, pero el uso de billeteras digitales y opciones de pago con código QR ha aumentado a medida que aumenta la adopción de pagos digitales.

Mientras México trabaja para construir su sistema de pago, los principales actores del país están avanzando para optimizar el proceso y fomentar la adopción de pagos digitales; Banxico, el Banco Central de México, anunció recientemente que el lanzamiento del peso digital para 2024.

A pesar de los cambios radicales en los pagos y las restricciones sobre el uso de efectivo en medio de la pandemia, los países latinoamericanos han dudado en adoptar los pagos digitales con los brazos abiertos.

Los informes sobre la adopción digital en Brasil mostraron que alrededor de una cuarta parte de los banqueros aún evitan los pagos móviles debido a preocupaciones de seguridad o incertidumbre sobre cómo funciona el proceso.