En un reciente artículo publicado en el blog del Banco Central Europeo, surge la pregunta acerca de cómo la gente paga en esa zona del mundo. 
 

Para sorpresa de muchos, el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado. Más de la mitad de todas las transacciones diarias en comercios, restaurantes, etc. se realizan con monedas y billetes físicos según un estudio del BCE. De hecho, la autoridad monetaria afirma que el 60 % de los ciudadanos europeos quiere tener la opción de usar efectivo.
 

El estudio sobre las actitudes de pago de los consumidores de la zona del euro se lleva a cabo periódicamente y arroja luz sobre las tendencias de pago, y de alguna forma, orienta el BCE sobre sus políticas de uso del dinero. 
 

Es una actividad importante dada la responsabilidad del BCE de emitir dinero público y promover el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
 

El estudio revela que el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado en el punto de venta, aunque su uso ha disminuido en la zona del euro. En 2016 y 2019, el 79% y 72% del total de transacciones en puntos de venta, como tiendas y restaurantes, se realizaron en efectivo.
 

En 2022, esta cifra había caído al 59%. Si bien la razón de este cambio no se puede determinar de manera explícita, parece que los comportamientos de consumo y pago aprendidos durante la pandemia perduraron.
 

Aunque la mayoría de los pagos se siguen realizando en efectivo, el 55 % de los consumidores de la zona del euro prefieren pagar con tarjeta u otros medios de pago sin efectivo. Esto se debe principalmente a la conveniencia de los pagos sin efectivo: las personas no necesitan llevar dinero en efectivo. Aun así, el efectivo es el medio de pago preferido por el 22 % de los encuestados, en gran parte porque ayuda a controlar los gastos de las personas y es más privado.
 

A pesar de la preferencia por los pagos sin efectivo, el 60 % de los consumidores de la zona del euro afirman que valoran tener la opción de pagar en efectivo. Esto demuestra que las personas aprecian poder elegir cuando se trata de cómo pagan. Su decisión puede entonces depender de la situación particular o de la compra.

¿Qué implica esto para el Banco Central Europeo?
 

Un sistema de pago saludable garantiza el acceso a diferentes opciones de pago, así como la libertad de elección.
 

Dado que el efectivo sigue siendo ampliamente utilizado y valorado, la institución continuará respaldando la emisión de la moneda garantizando el suministro de billetes en euros, su seguridad y resistencia a la falsificación