El sistema de pago con la mano fue desarrollado por una filial de la empresa china Tencent. Según los desarrolladores, el sistema ya se ha probado en algunos comercios de la ciudad china de Shenzhen y funciona de manera sencilla: el consumidor debe pasar la palma de la mano por un dispositivo equipado con una pantalla y un área de reconocimiento de huellas. Inmediatamente, el aparato identifica al usuario registrado y debita de su cuenta en la app de billetera digital el monto de la compra.
 

El mismo principio se aplica para pagar el metro. Los viajeros pueden pasar la palma de la mano sobre el dispositivo de reconocimiento biométrico para entrar en la estación, eliminando la necesidad de utilizar billetes u otras formas de pago. Como cada persona tiene un patrón único de venas en la palma de la mano, esta tecnología de identificación biométrica es una de las más precisas del mundo.
 

Para activar esta función, los usuarios deben descargar la app de WeChat Palm Payment y registrarse en el servicio. Luego, deben escanear su palma y vincular su cuenta de WeChat Pay. Una vez hecho esto, estarán listos para utilizar esta modalidad de pago.

Tendencia mundial
 

China no es el único país que está apostando por el pago con la mano como una alternativa al dinero físico o a las tarjetas. En Suecia, por ejemplo, hay más de 4.000 personas que se han implantado un microchip bajo la piel que les permite pagar con solo acercar su mano a un lector. En Estados Unidos, Amazon ha lanzado un sistema llamado Amazon One que permite a los clientes pagar con solo escanear su palma en las tiendas físicas.
 

Estas iniciativas muestran que el futuro del pago está en nuestras manos, literalmente. La tecnología biométrica ofrece una forma más sencilla, segura y sostenible de realizar transacciones financieras, adaptándose a las necesidades y preferencias de los consumidores.