La Asociación de Agregadores de Medios de Pago de México tiene varios desafíos que afrontar, entre ellos la apertura del ecosistema de pagos, la inversión en tecnología antifraude, un cambio en los hábitos para posicionar los pagos contactless y la interoperabilidad, así como mejorar el esquema de costos de los agregadores.
Al año 2021, México contaba con 4.5 millones de terminales activas, de las cuales un 70% correspondía a agregadores. Asimismo, en ese año las terminales de los agregadores crecieron un 8%, mientras que las de la banca cayeron un 1%.
“Esto significa que nos están dejando la responsabilidad de hacer crecer la red a los agregadores, pero necesitamos apoyo porque es una inversión muy grande”, aseguró Myriam Cosío, presidenta de la Asociación de Agregadores de Medios de Pago (ASAMEP) de México, en una entrevista con PaymentMedia.
En el mercado mexicano hay entre 40 y 50 agregadores registrados ante la Comisión y en la Asociación unos 24 miembros de todos los tamaños y segmentos.
La presidenta de la Asociación, quien ocupará ese cargo hasta mayo de 2025, afirmó que como organización tienen varios objetivos y desafíos.
HACER CRECER LA ECONOMÍA DIGITAL. “Nuestro objetivo como Asociación es representar y defender los intereses de nuestros miembros a través de un relacionamiento cercano con los actores importantes del ecosistema y ante los reguladores”, explicó Myriam Cosío.
En adición, seguir impulsando la penetración de pagos electrónicos en el país con las adecuaciones necesarias y alianzas que faciliten esta penetración, la cual todavía está lejos de lo que han logrado otros países en América Latina como Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Chile.
“E impulsar el desarrollo económico de México y el crecimiento de la economía digital a través de una infraestructura de pagos inclusiva y accesible para todas las personas”, añadió Cosío.
OFFLINE PIN Y CONTACTLESS. Según explicó la presidenta, el más afectado de que no exista competencia en el mercado de pagos en el país no son las marcas y ni los agregadores, sino los mexicanos ya que no hay quien lleve soluciones a la necesidad de inclusión financiera. “Y los que podríamos, no tenemos acceso a la tecnología, a la estructura de costos o a los sistemas de prevención de fraude que nos permitiría hacer las inversiones necesarias para llegar a esos segmentos. El problema es de escala”.
El 90% de las transacciones con tarjeta se hacen en comercios grandes y ahí se encuentra el reto; cambiar la tecnología de las grandes superficies, acompañado de capacitación. Esto implica grandes inversiones, algo que los adquirentes no podrían realizar. “El gran reto está en que la banca haga las inversiones necesarias para hacer las actualizaciones en la tecnología, y así que la gente empiece a usar sus tarjetas contactless”.
En México, el 95% de las transacciones menores a $500 se hacen en efectivo. Y aunque el 70% de las tarjetas emitidas ya son contactless enabled, lo que falta es un cambio de hábito en los usuarios.
Además de la prevención de fraude, el offline PIN es otro de los desafíos; debido a la subinversión en el sector, complica el despegue de tecnologías como “Tap to Pay”.
El offline PIN, implica que el PIN se valida en el chip de la tarjeta, por lo tanto, si el tope que tiene definido el emisor es superado, este debe ser validado a través del PIN generando una transacción con contacto.
“Los emisores han subinvertido en sus propias tecnologías y por esta razón contactless no está volando. Entonces, hay un reto que no es de un solo elemento; si la Cámara trae toda la tecnología para hacer esto viable, se generarían grandes cambios positivos”.
EL DESPEGUE DE LOS AGREGADORES. “Los grandes habilitadores de la tecnología para los pequeños comercios, fuimos los agregadores”, afirmó Cosío. A lo que se suma la expansión del acceso; los agregadores llegaron a cualquier comercio que quisiera aceptar pagos. “Eso es una variable que la banca no lo ha podido dar. Es la razón por la que los agregadores hemos logrado atender ese segmento de una forma efectiva, cubriendo las expectativas y promesas que les hacemos a los clientes”.
“Lo que más estamos empujando como gremio, es que el sistema completo habilite estas tecnologías revolucionarias; serían un gran impulsor de la base siguiente”, concluyó. “Dependemos del ecosistema completo”.
BARRERAS EN EL DESARROLLO DEL NEGOCIO. Tal como explicó la presidenta de Asamep, existen diversas barreras para el crecimiento del sector. Su foco fueron las cámaras de compensación y la falta de inversión en el fomento de nuevas tecnologías: “Tenemos un sistema muy verticalizado donde las cámaras que deberían de fungir como cámaras independientes, lo hacen como una misma a la que le llaman Red MX. Las cámaras pertenecen a los bancos en donde la ABM (Asociación de Bancos de México) define absolutamente todo, es decir, las reglas, la tecnología, los procesos, los precios, los costos, entre otros”.
Asimismo, existen ciertas resistencias a la interoperabilidad en donde se está debatiendo la entrada de nuevos jugadores para que puedan operar en el mercado con su propuesta de valor. Aunque la Red de MX les abre las puertas, se les exige que sea bajo sus reglas, algo que no es viable para los players de escala global.
Para Cosío, este “es uno de los grandes temas que tiene que lograr evolución y ha sido de los grandes stoppers impuestos por el sistema actual”.
Por otra parte, la ejecutiva destacó la falta de estándares comunes para que una mayor cantidad de Fintech ingresen al negocio y den su lucha contra las transacciones en efectivo. “Argentina, por ejemplo, hizo maravillas para poder llegar a comercios pequeños sin la necesidad de tener un aparato, que implica una inversión y un costo. En México, el 75% de los pagos de bajo valor son en efectivo. Por lo tanto, lo primero que deberíamos de hacer es dar accesos a servicios financieros a los pequeños comercios a través de los pagos, tanto para el emisor como para el tarjetahabiente y el comercio”, desarrolló.
A lo que añadió: “Aunque quisiéramos poner QR, si el emisor no tiene QR, si no está estandarizado, si no es interoperable, por mucha voluntad que tengamos para instaurarlo es un sistema de dos partes, requerimos que las dos partes tengan la tecnología disponible. Por su infraestructura y su esquema, México no está invirtiendo hoy en tecnología”.