Visa y Mastercard han acordado imponer un tope a las tarifas de intercambio en un arreglo que se estima ahorrará cerca de 30 mil millones de dólares a los comerciantes, a lo largo de cinco años. 
 

El acuerdo surge después de casi dos décadas de batallas legales, marcando uno de los casos antimonopolio más significativos de la historia de Estados Unidos, según informó Bloomberg.
 

En los hechos, Visa y Mastercard coincidieron en reducir las tarifas que cobran a cada comerciante en al menos 4 puntos básicos durante tres años. Además, durante un periodo de cinco años, la tarifa media en ambas redes debe ser al menos 7 puntos básicos inferiores al promedio actual, estando sujeto este aspecto a revisión por un auditor independiente.
 

Según Robert Eisler, co abogado principal de los demandantes, “el acuerdo logra nuestro objetivo de eliminar restricciones anticompetitivas y proporcionar ahorros inmediatos y significativos a todos los comerciantes estadounidenses, grandes y pequeños”.

Visa y Mastercard han establecido que más del 90% de los comerciantes implicados en el acuerdo de este martes son pequeñas empresas, y se destinarán 15 millones de dólares para educar a los comerciantes sobre los cambios en las normas. Según manifestó Visa, “al negociar directamente con los comerciantes, hemos alcanzado un acuerdo con concesiones significativas que abordan verdaderos puntos de dolor que las pequeñas empresas han identificado”.

 

Por otro lado, Mastercard lanzó un comunicado en el que afirma que este acuerdo “brinda una resolución definitiva a una disputa de larga duración, ofreciendo una certeza sustancial y valor a los propietarios de negocios, incluyendo flexibilidad en cómo gestionan la aceptación de programas de tarjetas.”

 

Los cambios entrarán en vigor tras la aprobación del acuerdo, que se espera para finales de 2024 o principios de 2025. El Tribunal del Distrito Este de Nueva York está pendiente de dar la aprobación final.

 

El anuncio podría tener un impacto en la valoración busrátil de ambas empresas ya que implicaría menos ingresos por concepto de tasas de intercambio en los próximos años.