1. Incremento en la Competencia
 

Al permitir que aplicaciones de terceros utilicen el chip NFC, Apple está esencialmente allanando el camino para que otros servicios de pago compitan directamente con Apple Pay en sus propios dispositivos. Servicios como Google Pay, Samsung Pay, y otros, podrían ahora aprovechar el acceso al chip para ofrecer sus propias soluciones de pago en iPhones, algo que antes estaba fuera de su alcance. Esto podría fragmentar el mercado y disminuir la cuota de mercado de Apple Pay, especialmente en regiones donde otros servicios de pago son populares.
 

2. Seguridad y Privacidad
 

Uno de los mayores activos de Apple Pay ha sido su enfoque en la seguridad y la privacidad. Al abrir el acceso al chip NFC, Apple corre el riesgo de que aplicaciones de terceros no ofrezcan el mismo nivel de protección que Apple Pay. Si estas aplicaciones no gestionan adecuadamente la información del usuario o si son vulnerables a ataques, podría haber una pérdida de confianza por parte de los consumidores en el ecosistema de pagos móviles de Apple en su conjunto. Esto podría afectar no solo a las aplicaciones de terceros, sino también a la percepción de seguridad de Apple Pay.

3. Fragmentación de la Experiencia de Usuario
 

Apple es conocida por ofrecer una experiencia de usuario cohesiva y uniforme en todos sus dispositivos y servicios. Al permitir que terceros accedan al chip NFC, existe la posibilidad de que la experiencia de usuario se fragmente, especialmente si las aplicaciones de terceros no logran integrarse tan bien como Apple Pay en el ecosistema de iOS. Una experiencia inconsistente podría llevar a la frustración del usuario y, en última instancia, a una menor adopción de los pagos móviles en dispositivos Apple.
 

4. Desafíos Técnicos y Operativos
 

Permitir que terceros utilicen el chip NFC no es solo un reto desde el punto de vista competitivo, sino también técnico. Apple deberá asegurarse de que el acceso de terceros no afecte el rendimiento o la estabilidad de sus dispositivos. Además, tendrá que gestionar la interoperabilidad entre diferentes servicios, lo que podría llevar a complicaciones operativas.