Informe revela la amenaza de los pagos A2A frente a las tarjetas
16 de Septiembre, 2024 - Internacional
El reciente Informe Mundial sobre Pagos 2024 del Instituto de Investigación Capgemini destaca una transformación significativa en el sector de los pagos, impulsada por el auge de los pagos instantáneos y de cuenta a cuenta (A2A).
El informe revela que los pagos instantáneos representarán el 22% del volumen total de transacciones no monetarias para 2028.
Las tecnologías digitales, como las billeteras electrónicas, los pagos entre particulares (P2P) y los pagos sin contacto, se han vuelto cada vez más comunes. La normativa también ha jugado un papel crucial en la promoción de la innovación y la protección del consumidor, resultando en un ecosistema de pagos más conectado, armonizado, eficiente y seguro que nunca.
El volumen de transacciones no monetarias alcanzó los 1.411 billones de dólares en 2023 y se espera que llegue a los 1.650 billones en 2024. La preferencia de los consumidores por experiencias de pago sin fricciones está impulsando esta tendencia, con una proyección de 2.838 billones de transacciones sin efectivo para 2028. La región de Asia-Pacífico (APAC) lidera este crecimiento, con un aumento interanual del 20% en 2024, seguida por Europa (16%) y Norteamérica (6%).
Las soluciones de pago instantáneo de cuenta a cuenta (A2A) ofrecen una forma más rápida y rentable de realizar pagos, evitando las costosas redes de tarjetas. El informe sugiere que la popularidad creciente de los pagos A2A podría desafiar el dominio de las tarjetas de pago tradicionales, compensando entre el 15% y el 25% del crecimiento futuro del volumen de transacciones con tarjeta. Esto representa un riesgo significativo para las entidades financieras, que podrían enfrentar pérdidas de ingresos millonarias debido a la reducción de las tasas de intercambio y los intereses.
Por otro lado, se subraya la necesidad de que el sector de los pagos se adapte rápidamente a estos cambios. La adopción de pagos instantáneos y de cuenta a cuenta no solo promete una mayor eficiencia y seguridad, sino que también plantea desafíos importantes para las redes de tarjetas tradicionales y las entidades financieras. La innovación y la adaptación serán clave para navegar este nuevo panorama de pagos.