66% de mipymes de Costa Rica se financian por su cuenta
19 de Mayo, 2014 - Costa Rica
De acuerdo a un estudio los pequeños empresarios acuden a la banca solo para grandes inversiones.
Son pequeños, con algunas prácticas informales en su diario quehacer y conocen poco de inflación o tasas de interés. Sin embargo, sí saben administrar su negocio y, a su manera, manejan con éxito sus finanzas.
Un estudio hecho por Unimer para Acorde reveló que el sector de las mipymes hace uso, en su mayoría, de herramientas financieras poco tradicionales para las grandes empresas e incluso contrarias a lo que dicta la teoría, pero efectivas para sus fines.
Por ejemplo, de las 200 empresas consultadas, 178 tienen algún servicio de bancarización, pero solo la mitad tiene una cuenta exclusiva para el negocio propio. La bancarización aumenta en la medida que el negocio avanza en su ciclo de vida.
“Cuando yo empecé, hace diez años, manejaba esto como una pulpería, tenía a los clientes clasificados en fichas y todo era manual. Mi esposa entró en el negocio hace cuatro años y comenzó a tener un control digitalizado más estricto”, comentó Carlos Avendaño, propietario de la empresa de limpieza Pro Clean.
Las otras 22 empresas no poseen una tarjeta o cuenta bancaria, sino que administran su dinero en efectivo y llevan sus estados financieros entre facturas guardadas y apuntes en cuadernos.
“Las mipymes hacen un uso intenso de las herramientas financieras, aunque no siempre por vías formales”, opinó Danilo Montero, director ejecutivo de Acorde.
Además, en caso de necesitar dinero para un imprevisto, dos terceras partes recurren a sus ahorros y a préstamos de familiares y amigos.
Unimer encuestó a estos 200 empresarios vía telefónica y realizó 8 entrevistas en profundidad.
Contabilidad en orden
Para llevar el control de los ingresos y egresos del negocio, los microempresarios mezclan la contratación de un contador (60%) con apuntes propios (55%). Solo un 3% admitió que no lleva control alguno de la contabilidad.
Los que apuntan por su cuenta, controlan principalmente los gastos relacionados con el negocio, pero no los gastos personales, a pesar de que se hayan realizado con ingresos del negocio. Los gastos personales y los del negocio suelen mezclarse en un 42% de los casos.
Aunque lo idóneo es que separen ambos ámbitos, Montero externó que en la escala de operación en la que trabaja el microempresario, con los recursos que cuenta y los productos que ofrecen, para ellos no tiene sentido la separación porque saben que al final es una sola cosa.
“Lo ideal, quizás, sería que estuvieran separados, pero ese escenario consume recursos que no tienen. Es más eficiente junto. Ellos intuitivamente lo saben”, añadió Montero.
Las ganancias que reciben se dedican casi en su totalidad a la misma operación del negocio, como pago de planillas y seguros.
La inversión en sí mismos o para el hogar es baja. De hecho, solo un 32% admitió que se estableció un salario fijo; en el resto de los casos se trata más bien de un porcentaje “que sobra” luego de hacer los pagos.
Marcelo Lebendiker, presidente de la incubadora Parquetec, sugirió que los microempresarios deben procurar siempre tener su propio salario, que el resto de los ingresos deben ir a la operación del negocio y, solo si hay utilidades al final del periodo, se puede repartir como dividendos.
Canales de préstamo
Por otra parte, cuando requieren grandes inversiones o desean hacer crecer el negocio, suelen acudir a una entidad financiera.
Tal es el caso de la empresa Neboder Plateado, distribuidor exclusivo para Alajuela de la masa colombiana Doñarepa. Sus propietarias, Gabriela Díaz y Cristina Villegas, iniciaron distribuyendo en su propio carro, tocando puertas y visitando supermercados regionales. Cuando los pedidos aumentaron y no dieron abasto, decidieron solicitar un crédito para comprar dos camiones. Hasta entonces, todas las inversiones necesarias salieron de su bolsillo.
Villegas y Díaz enfrentaron un problema que afecta al 43% de los microempresarios encuestados, que afirmaron haber pedido un crédito y que se lo negaran.
Renán Murillo, gerente de la División de Operaciones del Banco de Costa Rica (BCR), informó que el 91% de su cartera de clientes lo componen pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, solo un 9% de lo que han colocado este año se dirige a este sector, lo que indica que son clientes que solicitan poco crédito.
Similar caso en el BAC San José, donde el 90% de su cartera son microempresarios, pero la colocación de crédito para este sector es del 12%, informó Adolfo Haug, jefe de BAC Pymes.
Ahorran a su manera
En cuanto a la capacidad para ahorrar, solo el 27% admitió que logra ahorrar todos los meses, y estos destinan dos terceras partes de este dinero al mismo negocio.
Montero explicó que, aunque los mismos empresarios admiten que no logran ahorrar, en realidad sí lo están haciendo, solo que por vías no tradicionales. “Algunos ahorran pidiendo prestado. Otros acumulando cosas. Claro que ahorran, solo que de otras formas”, opinó Montero.
Al respecto, Lebendiker agregó que para las mipymes el ahorro se desglosa mediante una reinversión que conlleva a un aumento patrimonial y no necesariamente con dinero en cuentas.
Cuando se trata de imprevistos, meses de ventas bajas o gastos que consideren manejables por ser pequeños, los microempresarios prefieren otras vías antes de acudir a la banca. Por ejemplo, el 32% acude a ahorros propios o de la familia, el 23% llega a acuerdos de pago con los proveedores y el 11% pide prestado a familiares o amigos.
Montero comentó que una de las razones por las que optan por mecanismos informales de préstamo es porque hacer el trámite en una entidad financiera implica cerrar el negocio.
Negocios estables y rentables
El negocio actual de estos empresarios no suele ser su primera incursión en el mercado laboral, pues el 84% indicó que había trabajado previo para otras personas o empresas.
El 60% de los emprendimientos comienza una experiencia previa en un trabajo anterior, y luego decide empezar el propio. Tal es el caso de Avendaño, de Pro Clean, que trabajó en Estados Unidos para una empresa de limpieza, se certificó y vino a Costa Rica a abrir su propio negocio.
Igualmente con Neboder Plateado. Sus propietarias eran asalariadas en su país de origen (Venezuela). Tras venirse a Costa Rica, iniciaron con el negocio de una soda en San Pedro, pero no tuvieron éxito. Meses después surgió la distribuidora.
En general, puede considerarse que son negocios exitosos, pues de los 200 encuestados, solo un 11% indicó que no recibe ingresos todos los meses. Los números señalan que, aunque quizás no reciben ingresos millonarios, les alcanza para tener su negocio en orden.
Murillo, del BCR, confirmó que los clientes mipymes que están morosos por más de 90 días llega apenas al 3%; en el BAC San José ronda entre el 1% y el 2%.
Pese a que el negocio marcha bien en general, casi la mitad de los encuestados suelen completar los ingresos del hogar con otras fuentes.
El 47% afirmó que tiene fuentes de ingreso adicionales a este negocio, tales como alquileres o salarios de otros miembros del hogar.
Fuente: El Financiero, Costa Rica
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