Realizar transacciones con dinero plástico se ha convertido en una actividad del diario vivir. Sin embargo, nadie se imagina que detrás de esto hay una serie de complejos de última tecnología, como el Data Center de Visa ubicado en la costa este de Estados Unidos, en el que a día a día se realizan más de 47.000 transacciones por segundo, apenas un dato de las cosas que hace el cerebro de la compañía de pagos globales más grande.
 

El Data Center o centro de operaciones del este, es el más grande, el más nuevo y más avanzado de los cerebros de Visa, capaz de realizar 150 millones de transacciones diarias, de más de 36 millones de locales, en más de 14.500 instituciones financieras, las cuales manejan más de 176 monedas diferentes.
 

Rick Knight, vicepresidente senior de operaciones e infraestructura de Visa, aseguró que el complejo es apenas uno de los siete que hay alrededor del mundo, aunque sostuvo que este es el más grande y el de mayor envergadura, razón por la cual casi todo se opera desde este lugar.
 

El centro tiene aproximadamente 14.000 metros cuadrados, en los que la seguridad es el valor más importante a tener en cuenta por la compañía.
 

Por lo anterior, todo el complejo está controlado por cámaras de seguridad y las entradas, aunque a simple vista parecerían lo más normal del mundo, cuentan con bolardos hidráulicos que se esconden debajo de la carretera los cuales se levantan ante cualquier actividad fuera de lo común y pueden detener un carro intruso a más de 80 kilómetros por hora.
 

La precaución y preparación también hacen que el lugar sea único, pues cuenta con una red eléctrica con sistemas de alimentación ininterrumpida para condicionar la potencia de entrada y así asegurar el funcionamiento.
 

En el caso hipotético de un apagón, en cada una de las habitaciones de control hay 1.000 baterías de gran potencia cada una, suficiente para encender los ordenadores durante el tiempo requerido para solucionar los problemas.
 

Todo está pensando en esta estructura como por ejemplo resistir desastres naturales como inundaciones o huracanes, o superar una crisis ante posibles ataques terroristas. Sin embargo, y tal como lo señaló Knight uno de los riesgos que existe, como en cualquier centro tecnológico en el mundo, son los ataques cibernéticos, razón por la cual el equipo que trabaja adentro tiene que estar constantemente monitoreando lo que ocurre y desarrollando programas cada vez más seguros para combatir este tipo de ataques, aunque estos nunca han logrado afectar el sistema.
 

Para lograr controlar todas las operaciones y transacciones a nivel mundial, las instalaciones se componen de siete edificios independientes que están unidos por pasillos. Estos edificios albergan lo último en hardware de IBM, Cisco, EMC, Hitachi y empresas de tecnología similares.
 

Dos de las construcciones operan para autorizar los pagos que los consumidores realizan en cualquier lugar del mundo. Tres más actúan como copias de seguridad y ejecutan los sistemas internos de Visa, y las dos últimas están en espera de una expansión de los servicios y las necesidades de datos.
 

En estos complejos hay: 376 servidores, 277 interruptores, 85 routers y 42 firewalls, todos conectados por 4.828 kilómetros de cable, lo que permite que el pago de un mercado o de unos zapatos en Colombia sea aprobado en menos de un segundo.
 

“Si estos lugares no existieran los consumidores no podríamos gozar de todos los beneficios que se presentan en la actualidad. La seguridad en estos momentos es realmente buena, aunque como en todo, los riesgos existen y por eso se deben seguir creando estos centros de datos”, aseguró Andrés Julián Gómez, director de Consultorías 360º.
 

Visa trabaja en diferentes proyectos que cambiarán la forma de realizar pagos a nivel mundial y aunque según los directivos estos tardarán un poco en llegar a Colombia, se podrán utilizar cuando haya mejor infraestructura y cuando cambie la mentalidad de los locales, pues acá todavía se prefiere pagar en efectivo.
 

Fuente: La República, Colombia