Las instalaciones están ubicadas en El Prat de Llobregat, y cuentan con 10.000 metros cuadrados. En esta la compañía fabrica cada año 60 millones de tarjetas de crédito para el sector bancario además de instalar el software a las tarjetas SIM que vende a los operadores de telefonía móvil.
 

El grupo inició su actividad en 1852 con la impresión de papel para billetes y de seguridad, una actividad que ha ido evolucionando con los años para garantizar las transacciones fiables. Años más tarde, inició la fabricación de tarjetas para el pago electrónico y telecomunicación y a partir de 1950 fabrica tarjetas con chip y SIM para telefonía móvil. El grupo se instaló en España en 1987 y en estos momentos emplea cerca de 500 personas entre sus centros de personalización de Lisboa, Madrid y Barcelona, aunque el grueso de la plantilla se encuentra en el centro de fabricación e I+D de El Prat, donde trabajan 400 personas.
 

La compañía realiza anualmente una inversión de tres millones de euros en este centro catalán, donde en estos momentos está trabajando en un proyecto de tecnología de comunicación inalámbrica NFC para combinar en el teléfono móvil el pago con tarjeta de crédito y de transporte. Desde Barcelona, la empresa fabrica las tarjetas, la aplicación para móviles y desarrolla el sistema operativo de la SIM.
 

Las entidades bancarias, como Banc Sabadell, La Caixa y Royal Bank of Scotland entre otros, suponen tres quintas partes de su clientela, mientras que el resto son operadores de telefonía móvil como Telefónica y Vodafone. Las ventas al sector público español tan solo representan el cinco por ciento y una de las actividades que lleva a cabo es la fabricación de tarjetas sanitarias para las comunidades autónomas.
 

Volumen de la exportación
 

El 70 por ciento de la fabricación de la planta de Barcelona se destina a la exportación, principalmente para Reino Unido, Italia, Francia y África. A nivel mundial, la compañía imprime billetes de euros en Munich (Alemania), fabrica máquinas de procesamiento de billetes que vende a los bancos centrales para verificar los billetes, hace pasaportes y DNI para otros mercados, ya que en España de esta labor se encarga la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
 

El grupo factura 1.700 millones de euros a nivel mundial y la filial española alcanzó en 2013 los 55,4 millones. Para este año, el grupo espera que su filial española alcance una cifra de negocio de 60 millones. Tal y como han explicado los responsables de la planta catalana, uno de los picos de facturación lo alcanzaron en 2010 (80 millones de euros) cuando fabricaron 75 millones de tarjetas y fue el año en el que se pasó de las tarjetas magnéticas a la emisión de tarjetas con chip.
 

Fuente: El Economista, España